El decano del CQF Junín, Luis Capcha Montañez, explicó que debido al consumo inadecuado y la automediación, el tratamiento rápido y oportuno de diferentes enfermedades se compliquen debido a la resistencia bacteriana.
Los riesgos
Capcha Montañez, detalló que los antibióticos más consumidos en estos tiempos son algunos como la azitromicina, claritromicina, levofloxacino, amoxicilina y cefalexina. Con ellos, la población piensa romper o prevenir enfermedades respiratorias y hasta el covid-19 sin medir el riesgo a diversos órganos.
“La automediación está sacando sus frutos, el consumo no recetado de estos medicamentos más el consumo interrumpido y sin las dosis adecuadas genera que las bacterias muten en respuesta al uso constante de estos fármacos”, dijo.
Estas bacterias farmacorresistentes pueden causar infecciones que son más difíciles de tratar que las no resistentes.
Otros fármacos de riesgo también son los antiinflamatorios y analgésicos como: ibuprofeno, ácido acetilsalicílico y paracetamol que se compra sin receta médica y a bajo costo.
En ese rubro, refirió que los órganos comprometidos por la automediación son el corazón, hígado, riñón y estómago. Las complicaciones que sufren pueden ser de paros cardíacos, infartos, daño hepático, hígado graso, insuficiencia renal, gastritis, ulceras y otros.
Por ello, el decano exhortó a los profesionales químicos a evitar expender medicamentos agresivos sin receta médica y siempre recomendar que visiten su establecimiento de salud más cercano.
“Lo primero que debemos hacer es pedir que la persona visite su centro de salud más cercano. Se debe quitar el psicosocial de peligro de contagio en hospitales. Así, cuando requieran un tratamiento los medicamentos podrán actuar favorablemente en su sistema”, finalizó.