La emergencia nacional a causa de las lluvias y el reciente retorno a clases, ha hecho prioritario evaluar desde las autoridades, las condiciones en las que millas de estudiantes vienen efectuando sus labores académicas en numerosos casos en medio de la precariedad.

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El director regional de educación, Medardo Gómez informó que solo en Junín se tiene un déficit de más de 300 aulas prefabricadas que servirían para atender la necesidad de infraestructura educativa que está en riesgo de colapso o que ha sido declarada habitable y en la que ni los estudiantes ni docentes deben permanecer.

La autoridad regional de educación ha asegurado que es la Selva Central el área con mayor problema de infraestructura educativa debido a que los estudiantes ocuparon ambientes construidos con material rústico de la zona valiéndose solo de maderas y pajas que hasta les sirve de mobiliario, problemático frente a la que las autoridades no pueden responder.

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A pesar de estas precarias condiciones se ha descartado declarar la suspensión de clases presenciales en la región Junín a causa de las lluvias, esperando que la inclemencia de la naturaleza no cause mayores emergencias para el sector educación.

Junín es una de las regiones que ha logrado el retorno a la presencialidad educativa al 100%, sin embargo esto no es expresión de calidad debido a las evidencias y serias limitaciones educativas que se evidencia desde la infraestructura de colegios y escuelas.

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