Preocupa que al incremento de delitos en el país se sume la falta de respeto a nuestra Policía Nacional mediante agresiones directas contra su integridad. Estos ataques no solamente son perpetrados por buena parte de desagradecidos extranjeros —a quienes les hemos damos una oportunidad para desarrollarse en nuestro país—, sino también por parte de peruanos cuando estos participan en manifestaciones siguiendo a líderes que, según informes de inteligencia, son de ideología marxista, adoctrinados en países como Venezuela y Cuba.

Uno de estos lamentables episodios se ha dado días atrás con el actuar lumpenesco de burócratas CAS quienes tomaron la puerta principal de la Corte Superior de Justicia de Ayacucho. Estos desadaptados, bajo un ánimo delincuencial, atacaron a nuestra Policía que intentaba poner orden, lanzándole tomates, piedras y huevos.

Esas mismas manifestaciones de agresión hacia nuestras fuerzas del orden se pueden apreciar en las inscripciones de paredes del Centro de Lima, colmadas de calificativos irreproducibles; que ya forman parte del «ornato» y están allí imperturbables, a modo de triste recordatorio de la impunidad en nuestro país. Extraña muchísimo que la Municipalidad de Lima hasta el momento no las haya eliminado, a pesar de clamor ciudadano que pide respeto por nuestras Fuerzas Armadas y policiales.

En ese sentido, se necesita que el Congreso norme inmediatamente una sanción ejemplar para estos energúmenos; máxime cuando muchos de estos perpetradores, como ya se ha dicho líneas arriba, actúan bajo consignas de ideologías terroristas, incentivados y patrocinados por líderes extranjeros que quieren ver al Perú derrotado y dividido.