Familiares de difuntos visitan sus tumbas y arman la jarana

En el Día de los Muertos, miles de huancaínos llegaron hasta las tumbas de sus familiares para llevar flores, hacer sonar sus temas favoritos y colocar de ofrendas sus mejores platillos. 

Es así que ayer, encontramos a las hijas, hijos y familiares de Octavio Vásquez en el cementerio Los Ángeles. Él se dedicaba a la zapatería, pero era fan de la capitanía. Ayer, sus descendientes armaron una especie de mesada sobre su última morada, colocaron la comida y una laptop con parlantes para hacer sonar los temas de Picaflor de los Andes y Flor Pucarina; los favoritos de cuando Octavio estaba con vida. Mientras almorzaban a su lado, también compartían una bebida y recordaban al padre de los ocho hermanos.

MÚSICA. En nuestro recorrido hallamos también a Sonia (50) y Armando (51). Ambos no son de Huancayo, pero viven aquí muchos años. No han llegado a visitar a “sus almitas”, pero si a acompañar, con su música para que otros deleiten a sus seres queridos. “Ella toca tinya y yo el violin. A S/8 está la tocada, a S/9 o S/10, depende del tiempo. Hay huaynitos, santiagos, lo que quieran”, comentó Armando.

A 50 metros hacia el interior del cementerio, hallamos a dos orquestas que con saxos, bombo, trompeta, tarolas y trompetas ofrecían recitales de santiagos, mulizas y huaynos para los difuntos. Ayer, los vimos tocando frente al nicho de Wilmer Tito, quien murió en julio de este año.

A las 17 horas, una fuerte lluvia terminó retirando a todos los visitantes de los cementerios.

DESCONTROL. Pese a la prohibición de hacer licor, en las puertas nadie controlaba, es más adentro se vendían por botellas.