En un terreno que amenazaba ser tomado por los invasores, nació hace 12 años el colegio Fe y Alegría en Azapampa. Los alumnos y los maestros lo recuerdan muy bien, pero ante todo, se acuerdan del promotor de la obra, el Cardenal del Perú y arzobispo de Huancayo, Pedro Barreto Jimeno. Ayer los niños y adolescentes del plantel, se reunieron en el patio con un enorme cartel de reconocimiento al pastor de la Iglesia Católica.

“Yo conozco a Pedro Barreto, desde el año 2006 cuando estudiabamos en el local comunal y luego nos llevó a colocar la primera piedra del nuestro colegio, recuerdo que todo esto era una pampa de polvo, las personas de la invasión no nos dejaban ingresar y con monseñor Pedro Barreto entramos y ahora está más grande el colegio, nadie pensaba que iba a crecer tanto”, exclamó, Sheyla Pacheco que ahora tiene 17 años.

LA PRIMERA MAESTRA. Jésica Ilizarbe Solís, comentó que el colegio empezó con dos aulas de 25 alumnos en inicial y primaria. Ella fue una de las primeras maestras junto a la hermana Yolanda, ambas enseñaban en el local comunal ya que no tenían, donde acoger a los niños de las mujeres pobres que llegaban a encargarles a sus hijos . “Al principio tenía miedo, la comunidad no comprendía la importancia de la educación, querían un estadio, un coliseo y hasta un mercado nos decían que habíamos invadido que era un colegio particular, nos enviaban anónimos y al final comprendieron que Fe y Alegría solo quería dar educación popular para los niños”, acotó. Uno de los pilares de Fe y Alegría es la educación en valores, pero desde la práctica.

“Aquí los niños y jóvenes tienen esa libertad de quitarse los zapatos para ingresar al salón y estar muy cómodos con pantuflas, para un buen aprendizaje, se lavan las manos como parte del cuidado y la protección personal, además sembramos hortalizar y tenemos proyectos de reciclaje”, refirió la religiosa de la congregación del Buen Socorro, Joana Castillo Segura. Los niños conocen muy bien, al Cardenal del Perú, Pedro Barreto Jimeno, siempre los visita y la última vez que lo vieron fue hace solo 3 semanas. “Él siempre bromea con los niños y las maestras, y se toma la libertad de reírse con ellos, además siempre celebra la eucaristía y los acompaña”, indicó la maestra Ilizarbe.

HISTORIA. El movimiento “Fe y Alegría” construyó el colegio, las Hermanas del Buen Socorro lo dirigen. El terreno lo donó la familia Salazar.

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