En las calles y mercados de Huancayo, trabajan un total de 234 niños y niñas, la mayoría lo hace para poder comprar sus útiles escolares, informó la responsable del programa de Educadores de Calle, Pilar Miranda.
“En enero hemos detectado a 334 niños y niñas trabajando, los hemos focalizado por las afueras del mercado Modelo, el mercado Mayorista, la avenida Ferrocarril, la calle Real y en el centro de Chupaca”, detalló.
Los menores de edad salen a vender por los mercados, también están en la calle Real cantando o con su balanza para pesar. En los mercados expenden verduras, laboran como ayudantes y hasta como cobradores de combi, lo cual les demanda muchas horas de trabajo y les genera un esfuerzo grande para la edad que tienen.
Las mujeres representan el 57 %, es decir son 143 mujeres mientras que los varones son el 43 % con 100 personas.
El programa Educadores de Calle, los clasificó por grupos etarios, por ejemplo los menores de 6 a 8 años son 60, de 9 a 11 años son 97 niños y niñas, de 12 a14 años son 51 niños y niñas y de 15-17 años 25 niños y niñas.
Muchos de los menores, incluso van a cursos vacacionales, ya que por el trabajo que realizan se han jalado los cursos de la escuela y el colegio y tienen que recuperar.
El director de Derechos Fundamentales y Seguridad y Salud en el Trabajo de la Dirección de Trabajo y Promoción del Empleo en Junín, Luis Herrera Ibáñez, manifestó que de acuerdo a ley está permitido el trabajo de menores desde los 14 a 16 años con autorización de sus padres, durante 4 horas diarias y 24 horas semanales. Lamentablemente esto no se cumple, tal es así que en el año 2024 solo habían 9 autorizaciones.
La informalidad de las empresas y pequeños negocios no contribuye a un control adecuado del trabajo de menores de edad, ya que cuando hallan a menores no hay como sancionar a los que los hacen trabajar.
Los niños están en las calles desde los 6 años, muchas veces acompañados de sus padres, que aprovechan su condición de poder para obligar a sus hijos a trabajar.
“Cuando recorremos las calles, vemos a muchos niños que están en los paraderos en los mercados, que están haciendo una bolsa para cubrir sus gastos escolares, los padres obligan a sus hijos a trabajar”, comentó Luis Herrera.
Los trabajos permitidos son laborar como ayudantes en tiendas comerciales, mozos en restaurantes.
Refirió que los menores no deben trabajar en la agricultura, ya que se usan herramientas punzocortantes y también insumos químicos que son tóxicos y pueden dañar la salud.
Las ladrilleras utilizan mano de obra infantil, pero no los pueden intervenir ya que muchos son negocios familiares y los padres se disculpan indicando que les enseñan a trabajar para que defiendan en el futuro.
Es por ello que demandó a los policías de la comisaría de Familia intervenir a los padres que hacen trabajar a los niños a costar del peligro que esto implica para su vida. La mendicidad está penado por ley y está considerado como trata de personas, pero no son intervenidos.
El personal del programa Educadores de Calle junto a los policías de la Comisaría de Familia de Huancayo, los martes, jueves y viernes realizan vacaciones útiles con los niños que trabajan. Los menores participan en talleres de fútbol, vóley, origami y manualidades, con lo cual realizan actividades propias de su edad y que contribuyen a su desarrollo personal.
Los niños trabajan junto a sus padres que a veces los vigilan y les dicen que no hablen con ninguna persona sobre el trabajo que hacen.