Lo vieron caminando y se esfumó. Sus familiares lo buscaban y no lo hallaron hasta que unos niños pastores vieron los restos óseos de una persona y alertaron a las autoridades. La víctima de unos 60 años estaba sobre unas espinas y rocas en el cerro Killichallo del distrito de Chongos Bajo. Por las prendas de vestir los deudos reconocieron a su ser querido que era sordomudo.

Lo encontraron después de más de 14 meses. Fue al mediodía que los hijos del agricultor, Eleuterio Ancalle, que pastaba sus ovejas, vieron los restos y corrieron para dar aviso a su padre.

Tras confirmar el hallazgo, Eleuterio informó a la teniente gobernadora, Eulalia Gil y a los policías del puesto de auxilio rápido de Chongos Bajo. Los agentes se desplazaron hasta del cerro Killichallo, paraje Ñuñuulo, después de 15 minutos de caminata, constataron que habían restos humanos (cráneo, huesos, cabellos y ropa).

Policías de la Seincri, detallaron que la víctima estaba sobre unas espinas y rocas. Entre los huesos estaban las prendas de vestir un buzo de lana azulino, una gorra, una camisa roja con cuadros negros, dos sandalias.