“¡Hija mía, por qué te tuvo que pasar esto a ti. Dios mío, por qué a mi hija!”, fueron las palabras acompañadas de llanto con profundo dolor de Aquilina Santana Huaynalaya (73), quien presenció el feminicidio de su hija, a manos de su pareja con quien inició una relación solo hace algunos meses.

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Daneli Quispealaya Santana (33), era una joven estudiante de farmacia, madre de una niña de 4 años de edad y el sustento de su septuagenaria progenitora. Ella era muy querida por toda su familia y vecinos, quienes la respetaban y tenían mucha consideración por ser una persona responsable. Sin embargo, el brillo de su existencia, fue apagado por un asesino, que le ocasionó 15 heridas punzocortantes con un cuchillo de cocina. Tres de las heridas fueron en el cuello, uno con una profundidad que se consideró como degüello y otras 12 en el pecho y abdomen.

“Era una chica muy responsable, trabajaba en cualquier ocasión que se le presentaba y, además, estudiaba para salir adelante”, contaron los vecinos que trataban de consolar a Aquilina.

La tarde del último sábado, Daneli estuvo participando de una fiesta de cumpleaños, de uno de sus vecinos del frente de si vivienda, ubicada en el pasaje San José, del barrio Santa Rosa, en Chupaca. Con ella habría estado su enamorado, Percyval Reyes Huaynalaya (28) con quien habría iniciado una relación hace algunos meses.

“Él (Percyval) le propuso matrimonio, pero mi hija se negó, ahí empezaron a discutir y luego la golpeaba, le agarró del cuello con el cuchillo y le cortó”, narró Aquilina.

La joven pidió ayuda de sus vecinos, pero el feminicida, cerró la puerta. Tras cometer su crimen y notar que la gente estaba afuera de la casa, trepó la pared posterior y saltó a un terreno baldío por donde escapó hacia el barrio San Juan y se escondió en la casa de un familia. Durante su captura dijo “no recordar nada”.