LIMA, 11 DE MARZO DEL 2020

RETRATO A DIVERSOS TRABAJADORES INFORMALES PARA CONOCER SI ES QUE ACATARIAN UNA EVENTUAL CUARENTENA POR CONTAGIO DEL COVID-19.

FOTOS: MARIO ZAPATA NIETO / GEC
LIMA, 11 DE MARZO DEL 2020 RETRATO A DIVERSOS TRABAJADORES INFORMALES PARA CONOCER SI ES QUE ACATARIAN UNA EVENTUAL CUARENTENA POR CONTAGIO DEL COVID-19. FOTOS: MARIO ZAPATA NIETO / GEC

La desigualdad de género en el mercado laboral de Junín continúa siendo marcada. Un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), presentado en Huancayo, reveló que la población femenina percibe un ingreso promedio mensual de S/ 1,056, mientras que los hombres ganan en promedio S/ 1,605, es decir 34 % más que ellas por su trabajo.

No solo eso, el estudio, basado en la Encuesta Permanente de Empleo Nacional (EPEN) 2023 y 2024, también evidenció una menor participación femenina en el sector laboral formal. Mientras el 77,3 % de los varones accede a un empleo formal, solo un 63,8 % de las mujeres logra esa condición.

La brecha, según advierte el INEI, no solo refleja diferencias salariales sino también oportunidades laborales formales limitadas para las mujeres de la región, lo que las obliga a refugiarse en la informalidad. “Decirlo claramente, todavía es un problema de género. El hecho de ser mujer incide bastante en el ingreso y en el acceso a determinadas actividades del mercado de trabajo”, señaló Jhon Zumaeta, director del INEI en Junín, durante la exposición de resultados.

El especialista subrayó que, si bien la participación de la mujer en el mercado laboral ha crecido “abismalmente en términos estadísticos”, el diferencial de ingresos demuestra que la igualdad real aún está lejos de alcanzarse. “Estos indicadores deben llamar la atención de las autoridades para trabajar en políticas que corrijan la brecha”, exhortó.

Zumaeta remarcó que las cifras no solo muestran una diferencia de sueldos, sino que revelan un desbalance estructural que empuja a muchas mujeres a la informalidad como única alternativa de subsistencia. En la práctica, este escenario implica menos acceso a seguridad social, menor estabilidad y mayores niveles de vulnerabilidad económica.

El estudio evidencia que, pese a que las mujeres alcanzan niveles de escolaridad y formación técnica similares a los hombres, eso no se traduce en igualdad de salarios ni en las mismas oportunidades para acceder a puestos de decisión o cargos bien remunerados.

El director del INEI enfatizó que “un pueblo sin estadísticas es un pueblo sin pasado”, por lo que consideró imprescindible que los gobiernos locales y regionales utilicen la información oficial para diseñar programas que favorezcan la empleabilidad femenina, impulsen la formalización y promuevan la igualdad de condiciones en los centros de trabajo.

Los datos también revelan que, a pesar de la recuperación económica postpandemia, la pobreza en Junín se mantiene en el sexto lugar a nivel nacional, un contexto que agudiza el impacto de la desigualdad de género. “La violencia y el machismo siguen latentes y es un tema cultural que debemos mejorar con educación y reducción de la pobreza”, advirtió Zumaeta.