El repique de la campana de la iglesia hizo que decenas de pobladores, autoridades y policías salieran de sus casas al amanecer de este miércoles y se concentraran en la plaza principal para buscar a la joven madre desaparecida, sin imaginar que había sido asesinada, desatando dramáticas escenas de dolor entre sus familiares.
Lucía Retoblo Espinoza (18), tenía lesiones de tortura. Con las prendas íntimas remangadas encontrada tendida boca abajo en una acequia ubicado a unos 50 metros de su casa.
Hasta la escena del crímen se movilizó el fiscal Fredy Collas Oré, de la Fiscalía Especializada en Violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar de Jauja, quien con el médico legista, los peritos de criminalística de Huancayo y policías de Sincos, realizaron el recojo del cadáver y el traslado a la morgue de Jauja. En el lugar las autoridades a cargo de la investigación dispusieron la retención del padrastro de la víctima, Esteban Rojas Crispin (41), como sospechoso del feminicidio para ser interrogado.
Los peritos ingresaron al inmueble donde dormía la víctima, encontrando manchas de sangre regada en el piso, la cama y algunas prendas de vestir. Durante la necropsia, el médico legista encontró al menos 18 puñaladas que recibió la víctima en diversas partes del cuerpo, algunas afectaron el pulmón y el hígado, causándole la muerte. Además de la pérdida de 4 piezas dentales por el brutal golpe que recibió.
Padrastro sospechoso guarda silencio
Durante las diligencias de levantamiento del cadáver, el Ministerio Público dispuso la retención de Esteban Rojas Crispín (41), padrastro de la víctima, a quien señalan como sospechoso del feminicidio. Hasta el cierre de edición, se supo que Esteban, guarda silencio y no responde el interrogatorio.
Se supo que Rojas Crispín, tiene antecedentes de agresión física y psicológica en agravio de su conviviente, madre de la occisa. Sin embargo, ellos habrían retomado su relación. El enamorado de la joven también es interrogado.