:quality(75)/author-service-images-prod-us-east-1.publishing.aws.arc.pub/elcomercio/98448bc7-d1ed-47a1-909e-fbdec178cdcd.jpg "Foto de Redacción Diario Correo")
El feminicidio de Lucía Retoblo Espinoza, una joven madre de solo 18 años, ha conmocionado a la población de Jauja. La víctima fue hallada sin vida con más de 18 heridas punzocortantes en su cuerpo, y todos los indicios apuntan a su padrastro, Esteban Rojas Crispín, de 41 años, como el principal sospechoso.
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El general de la Región Policial Junín, Danilo Vera Carbajal, brindó declaraciones públicas en las que explicó los elementos que sustentan la solicitud de detención preliminar contra Rojas. Entre los indicios más relevantes está un corte en el dedo meñique del acusado, la desaparición de un cuchillo del hogar y la evidencia biológica hallada en la escena del crimen.
“Se ha encontrado un vello púbico del padrastro en el cuerpo de la víctima, específicamente en la zona del glúteo, lo que refuerza la hipótesis de que hubo un contacto directo y reciente entre ambos”, señaló el general Vera.
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Además, las contradicciones en las declaraciones del padrastro han levantado fuertes sospechas. Inicialmente, Rojas indicó que, tras terminar de rajar leña a las 11:00 p.m., encontró al hijo de Lucía, de tan solo 3 años, llorando en su habitación. No obstante, varios vecinos aseguran haberlo visto a las 11:10 p.m. caminando junto a Lucía rumbo a su vivienda, lo que contradice su versión.
La pareja sentimental de Rojas también informó a las autoridades que notó la desaparición de un cuchillo de cocina, presuntamente utilizado como arma homicida. La Policía Nacional del Perú ha anunciado que hoy se realizarán nuevas diligencias en el lugar del crimen con la intención de encontrar el objeto punzocortante.
