Daniel Figueroa Torres, el ayacuchano más conocido como “El hombre abeja de Latinoamérica”, estuvo ayer en la feria de Yauris. Al llegar con su cuerpo cubierto de alrededor 6 mil abejas, generó asombro y admiración.
“Mi cuerpo se ha convertido en una colmena, en un panal. En mi pecho está la reina en una jaula y es como un imán que atrae a miles de abejas. Hago esto para demostrar que no atacan, sino al contrario, son importantes para preservar el planeta”, dijo el domador, que evidencia una tranquilidad única, mientras le zumban en los oídos.
Aunque no se libra de las picaduras, refieren que estas “son dulces”. El apicultor, es admirado y viaja por diversos países como Ecuador, Colombia, Bolivia, promoviendo la actividad apícola para obtener miel original y sus derivados o realizar un trabajo en mayor escala con productores de todo el continente.
El 24 de julio se presentará en el campo ferial de Yauris a las 2 de la tarde, donde junto a los apicultores enseñará, sobre el mundo maravilloso de estos insectos.
El apicultor practica esta riesgosa actividad desde los 8 años, que le fue heredada de sus padres y hermanos. Además se ha convertido en un maestro de la apicultura, que da asistencia técnica a los nuevos emprendedores.
Durante los días de feria, esperan reunir a 30 mil insectos, que los exhibirá también la mujer abeja y se realizarán concursos para los baños de abejas, que lo han vivido muchos políticos y congresistas.
Producción de miel
Daniel Figueroa, manifestó que la producción de la miel ahora tiene que adaptarse a las nuevas realidades de la apicultura, ya que ahora se tiene que combatir las enfermedades, la tala de árboles y hasta el cambio climático, con climas extremos de frío y calor que también afectan a la apicultura en el país.
Además, demandó a la población en general a evitar acciones que depreden, ya que cuando se fumiga una fruta una abeja muere, al igual que cuando se quema un enjambre. Es por ello que demandó que desde niños se enseñe en las escuelas a cuidar, el ecosistema.
En muchas ocasiones, los pobladores que viven cercanos a panales suelen tener pánico. Al respecto, pidió que solo se tienen que llamar a un apicultor para que reacomode a otro lugar, para brindar el auxilio. Mencionó que esta actividad se puede realizar incluso en las azoteas con manejo adecuado.