De enero a setiembre del presente año el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerable (MIMP) informó que a nivel nacional se registró 8,608 casos de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes, representando el 21% de violencia. De esa cifra, 436 denuncias se registraron en la región Junín. Esto demuestra una vez más, la desprotección en la que se encuentran los menores así como la falta de una respuesta efectiva de las autoridades para evitar que más menores sean violentados
Añadió, que es importante, poner especial atención a los problemas y a los desafíos pendientes para promover el respeto y la protección de los derechos humanos de este grupo de la población, pues a la fecha las niñas en el país son las principales víctimas de violencia sexual y de trata con fines de explotación sexual. "Muchas de ellas se convierten en madres desde temprana edad como consecuencia de una violación sexual, lo que las lleva a truncar su proyecto de vida”, manifestó Matilde Cobeña.
En tanto, el MIMP tiene 13 Centros de Emergencia Mujer (CEM) en la jurisdicción. Y bajo esa premisa, las provincias de Huancayo, Chanchamayo y Satipo, contabilizaron la mayor incidencia de este delito, es así que son los lugares donde personas perversas cometen este hecho aborrecible. Y las autoridades deben trabajar en prevención y cuidado de los menores.
Asimismo, en el país el 46% de niñas, niños y adolescentes son víctimas de violencia psicológica, el 32% de violencia física y el 1% violencia económica.
Al respecto, la psicóloga y psiquiatra de la clínica Rebagliati, Carmen Fuente Magán, remarcó que a nivel de la experiencia de intervención psicosocial, en el mayor porcentaje de casos de abuso sexual están involucrados los familiares y vecinos. Incluso jóvenes que están en etapa de exploración de su cuerpo y realizan tocamientos indebidos a menores.
"Si no se trata a tiempo estas causas, se perfilaría en desórdenes psicosexuales o trastornos de personalidad", refirió la especialista.
Agregó, que el abuso sexual afecta el estado emocional de la víctima, además puede dejar en ella una huella imborrable, que sino es atendida debidamente, puede convertirse en un trauma insuperable. "Esto cambiaría si los casos de violación sexual son detectados a tiempo, o lo más pronto posible. Desde ahí se podría trabajar el desarrollo del autoestima, la seguridad, autoprotección, todo ello con una intervención psicoterapeuta", señaló Fuente Magán.
Aseguró también que es primordial denunciar el hecho de violación sexual ante las autoridades correspondientes, puesto que un agresor sexual lo seguirá haciendo, aunque sea con otros menores.
ANTECEDENTE. Cabe precisar que de acuerdo a información del Poder Judicial, 3 mil 237 personas fueron sentenciadas por el delito de violación de la libertad sexual en el año 2018, aumentó en 206 respecto al año anterior.
Asimismo, del total de sentenciados/as, 34,8% fue por el delito contra el pudor en menores de 14 años y 34,0% por violación sexual a menores de 18 años de edad. Otros delitos de violación sexual representan menos de la tercera parte de la población sentenciada por este delito.