En la última sesión del Consejo Regional de Junín, el director de la Dirección Regional de Salud (DIRESA), Clifor Curipaco, finalmente se presentó tras una reprogramación de su citación obligatoria, para responder sobre la paralización del Servicio de Atención Móvil de Urgencia (SAMU) en Huancayo.

Sin embargo, su intervención generó más dudas entre los consejeros, por lo que se ha decidido citar en la próxima sesión a los directores de las unidades ejecutoras para que rindan cuentas detalladas de su gestión.

El servicio SAMU se encuentra suspendido desde hace dos meses. Según denunció la consejera Kely Flores, actualmente ninguna ambulancia está operativa debido a la falta de mantenimiento preventivo, lo que ha significado no solo el desperdicio de recursos, sino también la reubicación del personal especializado a labores administrativas, desviándolos de su función principal de atención de emergencias.

“El problema no es de los trabajadores del SAMU, sino de quienes dirigen el sector. No hay una estrategia clara de reactivación y eso pone en riesgo la salud pública”, señaló Flores.

Agregó que, mientras el Ejecutivo regional no priorice el sector salud, se seguirá arrastrando problemas estructurales y fallas en la gestión. También se advirtió sobre la falta de comités evaluadores para la categorización de establecimientos públicos y privados, muchos de los cuales estarían operando sin las condiciones necesarias y con licencias otorgadas por la propia DIRESA, lo que expone a la población.

Además, cuestionó que hasta la fecha no existen investigaciones claras sobre el aumento de muertes maternas en la región, pese a los informes de la Contraloría. “No se puede seguir improvisando en el sector salud. Ya no se trata solo de control político, sino de exigir responsabilidad”.