Según la Contraloría General de la Republica, entre el 7 de abril y el 16 de junio del presente año, la Unidad Territorial Junín del Programa Nacional de Alimentación Escolar Comunitaria Wasi Mikuna recibió nueve quejas por presunta afectación a la salud de escolares, producto del consumo de alimentos distribuidos en instituciones educativas públicas.
De estas, cinco siguen “en espera de acción administrativa”, dos están “en investigación” y solo dos han sido “cerradas”, lo que evidencia demoras significativas en la respuesta ante potenciales riesgos sanitarios.
Alimentos como conserva de pescado, pollo, pavita, arroz, azúcar rubia y hojuela de avena estuvieron involucrados en los incidentes. Pese a una alerta del 7 de abril para no consumir productos hidrobiológicos ni carne de ave, en algunas escuelas estos fueron evaluados sensorialmente incluso después de la advertencia.
La UT Junín también incumplió al no solicitar en todos los casos la vigilancia sanitaria a las entidades competentes. En el caso de la IE Luis Maraví Segura, no se comunicó con Sanipes, pese a tratarse de conservas de pescado. Y en las IIEE Centro Cheni y Víctor Alberto Gil Mallma no hay constancia de ninguna solicitud de evaluación sanitaria.
Por si fuera poco, ocho de los informes remitidos por personal técnico fueron enviados fuera de los plazos establecidos (3 a 5 días hábiles)