​La Navidad que nos espera en las calles de la ciudad
​La Navidad que nos espera en las calles de la ciudad

Desde la esquina de Ica y Ferrocarril, una madre mira que la combi ha parado a la mitad de la pista, detrás de ésta, 50 vehículos suenan la bocina, un vendedor vocea panetones baratos, otro niño compra cohetes de un ambulante y la Nochebuena parece más un Apocalipsis comercial.

Y es apenas la víspera, un preludio de lo que hoy va a suceder cuando la persona salga a la feria o supermercado con su familia. 21 mil 922 vehículos estarán ofreciéndole transporte público, deteniéndose en Ica, Breña, o a la mitad de Ferrocarril para bajar o recoger un pasajero, ejerciendo esa mal entendida libertad peruana. Mientras, miles de personas le gritan a los choferes que se apuren porque quieren llegar temprano a casa.

La mayoría va al centro de Huancayo, el corazón con taquicardia de la ciudad donde el nivel de decibeles supera los 60 y la gente puede morir en Nochebuena porque un claxon chillando genera acefáleas, ardores estomacales, taquicardias y una rabia contenida en palabrotas de los transeúntes

Mientras avanza, entre Lima y Real, un ambulante esconde Ratablancas en una caja que evidencia su miseria. Ofrece sus productos de forma personalizada, con disimulo y temor de los municipales que rondan. El mismo temor que se percibe en varias caras, más ambulantes de cohetes, chapanas y luces de bengala que hacen de la Navidad un centro de acopio de pólvora y peligro. A esa misma hora, los mercados hierven de voces, las ferias desbordan de gente y los ‘cacos’ celebran la llegada de un Dios al que no rezan, y con ello el barullo y descuido de sus víctimas.

NO LO HAGA. Por ello, si va a salir con su familia, evite sacar el carro, evite cooperar con el caos. Ello también evitará que los ‘vitrocas’ hurten las autopares de su vehículo. No se distraiga mucho con el celular en la feria, que una mano en su bolsillo estará buscando los billetes y soles que a usted no le sobran. Si tiene un negocio, sospeche de las damas que entran con mochilas, cargando a bebés o llevando bolsas porque estas ‘tenderas’ quieren arruinarle sus ganancias. Los ‘caletas’ son ‘cacos’ de igual especialidad: entran a la tienda, distraen al comprador y en menos de dos minutos le han robado sus productos. Además, según efectivos de la comisaría de Huancayo, ahora hay otra modalidad. Sujetos que se ubican cerca del negocio y fingen ser dueños, una vez que reciban el dinero, escapan y usted ni siquiera se acuerda de quién lo atendió. Esas son las modalidad. Y volviendo al bullicio, usted puede contribuir a que en vez del ti-ti de las combis se oigan villancicos. Recuérdele al inspector o policía que el chofer que abusa de la bocina debe pagar S/.1 925 y si es reincidente, S/. 3 850, porque así lo manda la norma.

La fiesta de Navidad es una fiesta chicha sin anuncios, un elogio al buen engaño o un encuentro familiar que celebra el descanso de un año. Usted puede elegir cómo celebrarlo, elegir entre salir o quedarse en casa. 

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