La comerciante Vilma Garay Meza (57) habría sido asesinada en su vivienda en el sector de Cantagallo, donde la encontraron tirada en el piso de cubito dorsal en un charco de sangre. Se presume que el movil fue el robo, ya que su hijo Julio señaló que su mamá había recibido un dinero de un familiar en Estados Unidos y con ello había comprado varios artefactos que ahora han desaparecido de su vivienda. La madre era una conocida comerciante quien vendía menudencia en la feria de los lunes, jueves y sábado. La señora llegó a su casa el jueves 2 de febrero pero desde entonces no se sabía nada de ella.

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Sus hijos, que no viven en La Oroya, la llamaron insistentemente al celular y al no tener respuesta enviaron a sus familiares cercanos a la vivienda quienes al llegar al lugar, notaron que la luz del segundo piso estaba encendida pero al tocar la puerta nadie respondía.

Temiendo lo peor, optaron en forzar la puerta. Al ingresar se encontraron con la terrible escena, Vilma se hallaba ya sin vida.

Al lugar se hizo presente la Policía Nacional del Perú, pero lo que incomodó a la familia y sus conocidos fue que el representante del Ministerio Público no se hacía presente.

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Incluso se pronunció el alcalde de Marcapomacocha, Marco Garay, sobrino de la víctima. El edil indicó que la fiscalía de turno tampoco se hacía presente para ordenar el levantamiento del cuerpo de Edinson Cueva (23), quien fue asesinado a balazos delante de su madre la madrugada del sábado en la vía alterna a la Carretera Central en Santa Rosa de Carhuacaya. “Han pasado 16 horas y la fiscalía no realiza el levantamiento del cadáver de mi tía, tampoco del joven que fue asesinado en su camioneta. La demora de las autoridades del Ministerio Público empeora el dolor de los familiares” señaló.