Hay fechas que no pasan desapercibidas, y en Huancayo, julio y agosto tienen un significado especial. En estos meses, la tierra retumba con el sonido de los wankas, los pasos de los danzantes y los latidos de quienes regresan a su pueblo después de mucho tiempo. Es el santiago. El Tayta Shanty es una fiesta, pero también es memoria y orgullo.
La provincia de Huancayo se prepara para recibir cálidamente a los turistas que arriben a nuestra ciudad incontrastable durante tres meses. La Gerencia de Promoción Económica y Turismo programó una serie de actividades turísticas que incluye la celebración del tradicional Tayta Shanty en los 28 distritos.
Proyecciones
El año pasado, más de 72 mil personas —entre turistas nacionales, locales y algunos visitantes extranjeros— llegaron a Huancayo atraídos por sus festividades. Esa cifra superó todas las expectativas iniciales, generando un movimiento económico de alrededor de 20 millones de soles, con beneficios directos para artesanos, hospedajes, restaurantes, guías turísticos y pequeños emprendedores.
Y ahora, para este 2025, la proyección es aún más esperanzadora. Se espera recibir a 80 mil visitantes y generar más de 32 millones de soles, según el último informe de la Unidad de Turismo. Además, la reactivación del aeropuerto de Jauja, junto con la restricción del paso de camiones entre el 25 y 27 de julio, dará mayor fluidez al tránsito y permitirá que los visitantes lleguen sin contratiempos a las diferentes localidades del valle.
La ruta
Lo que hace única a esta temporada no es solo el número de visitantes, sino la ruta misma del Santiago, que no es otra cosa que un viaje por el alma de Huancayo. Desde el 18 de julio, cuando los primeros zapateos resuenen en El Tambo, hasta el cierre de agosto en las alturas de Carhuacallanga, cada paso será una celebración de la identidad wanka. Este año, la ruta pasará por: Sapallanga (19 de julio) Huancayo (24 de julio), Huancán, Huayucachi, Huacrapuquio, Viques (25 y 26 de julio), Cajas Chico (27 de julio), Pucará, Acopalca, Sicaya (28 y 29 de julio), Palián, Cullpa, Cochas, Paccha, Hualahoyo y Áncala (31 de julio), Pilcomayo (1 de agosto) Y finalmente, del 15 al 30 de agosto, la fiesta continúa en Huasicancha, Chacapampa, Chongos Alto, Chiche, Colca y Carhuacallanga. Cada pueblo, cada barrio, cada comunidad pone lo mejor de sí: los danzantes, los mayordomos que preparan la comida y las cerveceadas con cariño, las orquestas que tocan hasta el amanecer.
Más que turismo
Además, esta fiesta no se vive solo en las calles. También se manifiesta en los gestos de hospitalidad en las viviendas. Santiago no es solo folklore, es pertenencia.
El gerente municipal de Huancayo, Joshelim Meza, destacó que Huancayo se ha convertido en uno de los destinos más alegres y vibrantes del país. “Tenemos carreteras en buen estado, circuitos turísticos en expansión, y lo más importante: tenemos una comunidad viva y comprometida con mostrar lo mejor de su cultura”, afirmó. Entre los atractivos que complementan esta ruta, destacan lugares como el Cerro Gorila, el Cañón de Ullucallu en el Valle del Canipaco, el Puente de Calicanto, las cataratas de Catilla, y espacios con encanto místico como la Cueva de las Lechuzas, el Bosque Dorado y las ruinas de Unish Coto. Todos ellos, cuidados por las propias comunidades.
Seguridad
Para garantizar una estadía segura, la municipalidad ha activado un plan de seguridad ciudadana en coordinación con la Policía Nacional, juntas vecinales y otras instituciones como COPROSEC y CODISEC. Se trata de un trabajo articulado que busca que cada visitante se sienta parte de la familia huancaína.