Intentaba esconderse entre los árboles y la vegetación, sin imaginar que sería capturado, gracias a un inusual aliado de la justicia, sus propios perros.
Fueron los persistentes ladridos de los canes que alertaron a las policías donde se encontraba Nilo Demetrio Rosales Huamán (37), quien era buscado por ser el sospechoso del homicidio de su tío, el empresario Jesús Mucha (60).
El hecho de sangre ocurrió la tarde del Viernes Santo en el distrito de Julcán.
Tras matar a su tío en el día de su cumpleaños, Nilo Rosales, huyó hacia una zona boscosa del cerro, en el paraje Chinchijoc, a unos 500 metros de la vivienda donde ocurrió la desgracia; creyendo tal vez que el terreno le daría ventaja. Sin embargo, no contaba con la lealtad accidental de sus mascotas.
Declara
Los policías de la Sección de Investigación Criminal (Seincri) de la comisaría de Jauja, seguían buscando al implicado desde tempranas horas de ayer.
Los custodios escucharon los ladridos que guiaron directamente al escondite del sospechoso.
Nilo estaba agazapado entre los árboles y ya no pudo escapar.
Inmediatamente fue trasladado a la comisaría de Jauja donde brevemente declaró a la prensa: “no recuerdo nada de lo que pasó”, dijo el guardián. El minero permanecerá detenido para ser investigado por el presunto delito de homicidio calificado.
La Policía y fiscal penal Yanderith Hinostroza, tiene a su cargo el caso.
El resultado de la necropsia reveló que la víctima fue apuñalada en el pecho y costillas, afectando el corazón y pulmón.
“Es irónico, pasó varias horas evadiéndonos, pero al final fueron sus propios perros los que lo entregaron”, comentó el comisario de Jauja, comandante PNP Johny Gonzáles.