Estamos en el mes del centenario de las dos torres de la Iglesia Catedral de Huancayo, la madre de todas las iglesias de la región, donde se celebran los actos solemnes y litúrgicos más importantes. En otras palabras, es la sede de la Arquidiócesis de la región.
Peralta Mendoza, secretario de la Hermandad Jesús Nazareno, es una de las personas más empeñadas en desentrañar esa parte de la historia de la Catedral, que yace oculta y con muchas incógnitas.
Narra que la construcción de ambas torres se dio entre 1918 y 1925, cuyos artífices fueron la Iglesia, devotos, pueblo y autoridades.

Ya cuando estuvieron listas se instalaron los relojes de la zona norte y los campanarios del lado sur. Desde aquella vez, ambas estructuras, orientadas hacia el oeste, destacan como dos guardianes gigantes del recinto religioso.
La torre Nazareno alberga tres campanas que repican según cada fin religioso. Se cree que fueron fundidas junto a las María Angola del Cusco a mediados del siglo XVII y luego traídas a estas tierras.
Estas reliquias metálicas, al parecer, llegaron primero a la iglesia Santísima Trinidad, un aposento que estaba en lo que hoy es el Hotel de Turistas de Huancayo, y que al ser derruido se trasladó a la actual Catedral.
EL RELOJ
La torre norte, en cambio, alberga un reloj de tecnología alemana muy semejante al que existe en el Parque Universitario de Lima. De lo poco que se conoce es que su última refacción data del 2001, fecha después de la cual llegó a funcionar por breve tiempo.
Se sabe que en la década del 60 ocurrió un terremoto que sacudió el valle del Mantaro, el cual afectó seriamente a ambas estructuras, incluso, el reloj se desplomó como producto del movimiento sísmico.
IGLESIA EN CONJUNTO
Si se trata de hablar de todo el conjunto arquitectónico, encontramos que su edificación habría comenzado en 1860. La nave, los altares y las torres se levantaron por etapas.
La fachada se construyó con piedras de canteras de Ocopilla, Huancán y Huayucachi. Estas fueron traídas en los primeros camiones que llegaron a la Incontrastable a inicios del siglo pasado.
La argamasa que se usó para unir los adoquines consistía en una mezcla de clara de huevo y cal, tal como se estilaba en la época colonial.
MUESTRA
En la torre Nazareno hay una muestra del Vía Crucis de Jesús, con personajes a escala. El ingreso es libre toda esta Semana Santa. La contribución es voluntaria.