El destacado sociólogo polaco-británico Zygmunt Bauman decía que los migrantes son un “descarte social al que la sociedad (su sociedad) es incapaz o reacia, o a la vez incapaz y reacia, de darle cabida. Por lo tanto, la modernización es también, inevitablemente, una era de migración masiva. Los migrantes son el principal residuo humano del nuevo contexto global. También son un tipo de residuo potencialmente tóxico para el cual todavía no se han diseñado plantas de reciclaje”.

En estos últimos días hemos sido informados por los medios de comunicación de miles de personas que intentan ingresar ilegalmente al Perú. Migrantes expulsados de Chile, país que al no encontrar una solución local y al darse cuenta de que no tienen la capacidad local de atender esta problemática, encontraron la fácil solución de alentar y promover una invasión ilegal a las fronteras peruanas de manera irresponsable, ocasionando con ello incluso un inicio de un conflicto diplomático.

La inmensa población migratoria que ha causado problemas para atenderlos en diversos gobiernos de Latinoamérica, son en su totalidad de nacionalidad venezolana. Ellos son la consecuencia de erróneas políticas públicas en Venezuela, como por ejemplo el irresponsable manejo de su política fiscal y monetaria. Se suma a ello la alianza de sus políticos corruptos con altos mandos de sus fuerzas armadas y el narcotráfico.

Este problema es global y su solución por lo tanto es global también. Esperemos por ello pronta solución en esas instancias internacionales.