Marimar no tiene empleo y su pareja trabaja en un molino. Cuando le pagaron los 70 soles por su cabello, ella apretó los dos billetes y muy feliz se fue caminando, mientras pensaba en la sorpresa que les daría a sus hijos.
OTRA VEZ. Esta es la segunda vez que Marimar Pérez vende su cabello, la primera vez fue en octubre del 2018, cuando no tenía para los alimentos. Ella dice que todo sacrifico vale la pena.