El arzobispo de Huancayo, monseñor Luis Alberto Huamán Camayo, en su mensaje por Domingo de Ramos, lamentó la inseguridad en la que vive el país. Exclamó que cada día se ven muertes que no nos deben dejar en silencio.

“Siento que hay muchos crucificados, muchos inocentes que están muriendo en nuestro país, ¡nos están matando! y sino somos capaces de verlo, no podremos reconocerlo. Ellos también son hijos e hijas de Dios”, exclamó el monseñor Juan Huamán Camayo, al referirse a la difícil situación del país.

Ante tanta inseguridad que sufrimos, consideró que es esencial, volver la mirada a Jesús, el pastor que puede ayudarnos a salir de aquello que nos mata cada día.

Además, expresó su anhelo de encontrar aquella autoridad, que asumiendo su misión de ser el pastor de su pueblo, sea capaz de dejar de lado sus propios intereses, ya que muchas veces son intereses mezquinos.

“La autoridad debe poner en prioridad, la protección de su pueblo que se desangra”, exigió al referirse a las actuales autoridades.

Asimismo, se refirió a la presidente de la República, Dina Boluarte, a quien le pidió poner en el centro la vida del pueblo, que necesita sentirse protegido. Exhortó a la unión de las autoridades locales para salir de la situación que atraviesa cada peruano.

Un recorrido de fe

El arzobispo de Huancayo, monseñor Luis Alberto Huamán Camayo, participó del recorrido del Señor del Triunfo, en el domingo de Ramos.

La imagen de Jesús, fue llevada, montada en un burro que partió de la iglesia Inmaculada y recorrió los jirones Mantaro, Calixto, Ancash, Loreto, la calle Real hasta el jirón Puno, donde se celebró la misa.

Cientos de católicos acompañaron el recorrido con las palmas, que elevaron para la bendición. El recorrido, como ya es una tradición, se realizó sobre una alfombra de mantas andinas.

En el acto estuvo presente el alcalde de Huancayo, Dennys Cuba Rivera, que destacó la fe con la que viven muchos huancaínos viven la Semana Santa para que no se pierda la tradición como participar de los actos litúrgicos.

Durante la misa realizó la primera lectura del libro de Isaías, durante la liturgia. Además, recibió la bendición de las palmas y recibió la ostia de manos del Arzobispo de Huancayo.

Los caballeros de las Hermandad del Santo Sepulcro, estuvieron presentes en la homilía.

Uno de los momentos más emotivo, fue la bendición de las palmas, donde monseñor Huamán, arrojó bastante agua a los feligreses que estaban presentes que emocionados hacían largas colas por la bendición.

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