Padres de un menor de 13 años, estudiante del colegio Mariscal Castilla, en la ciudad de Huancayo, denuncian un presunto caso de bullying contra su hijo. Cuando el menor le contó a su madre sobre las agresiones, ella se percató que su hijo tenía golpes y moretones en el cuerpo.

“Yo me daba cuenta que él estaba mal, estaba cabizbajo”, dijo la madre, fue el cambio de actitud de su hijo lo que la alertó, motivo por el cual decidió averiguar lo que sucedía con su hijo. Descubrió que el niño no ingresaba al colegio y se escondía detrás de un árbol, el menor no había asistido al colegio desde hace dos semanas. Al ser cuestionado por sus padres contó que fue agredido por un estudiante, “por ser morenito le pegaron”, dijo la madre.

MIRA ESTO: Minera Volcan podría reiniciar labores desde el 22 de abril

Hasta el momento serían dos veces que le agredieron al niño dentro de la institución, según comentó el niño a sus padres la primera vez ocurrió cuando de causalidad chocó con el supuesto agresor en las gradas del colegio, fue cuando con un grupo de estudiantes le llevaron al baño de docentes y le propinaron golpes para después amenazarle. “Le aventaron contra el inodoro, contra la pared, ahí es donde se lastimó el brazo y le patearon hasta que no pueda respirar”, relató la madre.

Al conocer sobre las agresiones que sufrió su hijo presentaron el caso ante la directora de la institución, quien les dijo que iban aplicar un protocolo, el niño fue sometido a una sesión psicológica donde contó los episodios de agresión y junto a los padres fueron a buscar al supuesto agresor a las aulas, sin embargo, no lo encontraron, “el niño es un fantasma, nadie lo ve, nadie lo conoce”, reclamaron los padres.

TE PUEDE INTERESAR: Gobernador Regional de Junín: “No uso joyas ni acostumbro a hacer regalos”

Durante el proceso de aplicación de protocolo, los padres denuncian que el menor fue hostigado por la auxiliar quien trataba de restar importancia a la queja, además evidenciaron una supuesta falta de control de la institución educativa sobre los estudiantes, ya que en esas dos semanas que el menor faltó, ningún docente o autoridad del colegio avisó a los padres.