Uno de nuestros platos bandera, la papa a la huancaína, fue reconocido por el Indecopi como Especialidad Tradicional Garantizada (ETG), convirtiéndose en el segundo plato del país en recibir esta certificación, después del pan de anís de Concepción. Este distintivo destaca no solo su arraigo cultural, sino también su preparación ancestral con batán de piedra.

“La relevancia es increíble porque son pocas certificaciones de este tipo que se dan”, destacó Julio Abanto, director de la Dircetur Junín.

El chef Enrique Cóndor, del restaurante Batán de Oro, subrayó que esta preparación tradicional nace en la época del ferrocarril.

“La papa la huancaína realmente nació en Huancayo y se hacía a batán, como nuestras mamitas antiguamente”, sostuvo.

“No solo es difusión, también innovación, garantizando que los productos tengan cierto nivel y mantengan la preparación tradicional”, señaló Abanto, quien añadió que se busca posicionar aún más la gastronomía regional.

Batán y ají amarillo cuentan una historia

El proceso para certificar la papa a la huancaína como Especialidad Tradicional Garantizada (ETG) duró varios meses e incluyó una rigurosa investigación histórica y científica. Según Sergio Chuez, director de Signos Distintivos de INDECOPI, se demostró que la receta se remonta a fines del siglo XIX, cuando mujeres huancaínas la ofrecían a los obreros del Ferrocarril Central.

“El pliego de condiciones exige el uso de ají amarillo, queso fresco, leche, sal y el tradicional batán de piedra para la molienda. Solo quienes respeten esta preparación podrán emplear el sello ETG”, señaló Chuez.

El beneficio se extiende a toda la cadena productiva: desde agricultores hasta productores de lácteos, consolidando identidad y tradiciones.