Cuando el humo blanco comenzó a elevarse sobre la Plaza de San Pedro en el Vaticano y se oyeron las tan esperadas palabras: “Habemus Papam”, el mundo católico se mantuvo a la expectativa para conocer al nuevo sucesor de Pedro.
Minutos después, desde el balcón central de la Basílica, un rostro conocido para muchos peruanos saludó con una sonrisa serena y un gesto humilde, era el cardenal Robert Francis Prevost, agustino, exobispo de Chiclayo, exmisionero en Piura y Trujillo, y desde ahora el papa León XIV.
“Un saludo para mi querida diócesis de Chiclayo, en el Perú”, dijo en español como parte de su primer mensaje al mundo, generando emoción entre los hispanohablantes y en especial a los peruanos.

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Lo conoce
“Él ama mucho al Perú, como vieron en su diálogo nos mandó un saludo, y creo que va a querer mucho a nuestra patria”, declaró el monseñor Luis Huamán, arzobispo de Huancayo.
”Él vino a mi ordenación episcopal en el año 2021. Conoce Huancayo”, explicó monseñor Huamán recordando con humor una conversación que sostuvieron poco antes de que Prevost asumiera su cargo en el Vaticano como prefecto del Dicasterio para los Obispos. “Estábamos en la Conferencia Episcopal y me decía ‘Beto, yo creo que te llevo para Chiclayo’. Y monseñor Pedro Barreto le respondía ‘¡Ni lo toques, ni lo toques!’”, dijo entre risas.
Influencia
Respecto a lo que representa para Huancayo y para el Perú tener a un papa que no solo vivió décadas en el país, sino que también se nacionalizó como peruano, el arzobispo de Huancayo sostuvo que esta cercanía “no es un dato anecdótico, sino una oportunidad histórica”.
Afirmó que el hecho de que el nuevo pontífice conozca a fondo la realidad peruana, puede tener un impacto positivo en la forma en que la Santa Sede acompaña los procesos pastorales y sociales en la región andina. “No es lo mismo cuando se habla del Perú desde afuera que cuando se ha caminado su tierra, se ha sufrido con su gente y se ha celebrado la fe en sus comunidades”, apuntó.
Para monseñor Huamán, el vínculo afectivo y pastoral del Papa León XIV con el país también representa un reconocimiento al papel de la Iglesia peruana en el contexto latinoamericano. “Este Papa conoce bien nuestra Iglesia, nuestros procesos pastorales, nuestras urgencias. Estoy seguro de que continuará promoviendo una Iglesia más cercana, comprometida con los pobres y dialogante con el mundo”, añadió. Además, expresó que esta elección puede inspirar a muchos jóvenes y laicos peruanos a fortalecer su fe y su vocación, al ver reflejado en el papa un rostro cercano, que alguna vez también fue misionero en sus pueblos.
Retos
Tras el trabajo y el legado que dejó el papa Francisco, los retos que sumirá el nuevo papa son en base a la paz frente a los enfrentamientos que se registran en algunos países.
“El desafío está en las guerras que hay, es un papa que va a tener que unir a todas las fuerzas. En su primer mensaje resaltó su llamado a la paz y creo que va a ser el primer gran desafío”, explicó el arzobispo, añadiendo que con la misma importancia se debe continuar con el trabajo del cuidado de los menores en la iglesia; “es una política eclesial en el cual va a haber una continuidad y todos nosotros estamos bien organizados en ese sentido, para evitar toda esa situación que se ha vivido en el pasado”, dijo.
Con lágrimas
Por su lado, monseñor Timoteo Solórzano, obispo de Tarma, no pudo contener las lágrimas y emitió un testimonio bastante conmovedor.
“¡Conocí y trabajé con el nuevo Papa León XIV!”, exclamó Solórzano con los ojos llorosos. Al igual que cuando lloró por la muerte del papa Francisco, monseñor no pudo contener las lágrimas.
“Durante estos seis años últimos hemos trabajado juntos también en la Conferencia Episcopal, compartiendo ideas, preocupaciones pastorales por esta Iglesia en el Perú. Es un hombre sencillo, un religioso agustino que ha encarnado el Evangelio en muchos corazones. También es canonista, conoce muy bien la ley de la iglesia. Y como se ha presentado, habla muchos idiomas: italiano, castellano, francés. Es un gran sabio, hombre de oración, de fe, de espíritu”, señaló el obispo.
En Huancayo
El anuncio de la elección del Papa León XIV en nuestra ciudad se vivió con una mezcla de solemnidad y emoción profunda. Aproximadamente a las 11:20 a. m., minutos después de que el mundo viera la fumata blanca en el Vaticano, las campanas de la Catedral de Huancayo comenzaron a repicar con fuerza durante tres minutos y medio. Este acto, que forma parte del protocolo tradicional de la Iglesia Católica para marcar la el fallecimiento o la elección de un pontífice, conmovió a quienes se encontraban dentro del templo.
La noticia fue dada a conocer en medio de una misa de difuntos que se estaba llevando a cabo, y los asistentes presenciaron con asombro y emoción el repique de las campanas.
Varios fieles no pudieron contener las lágrimas al escuchar el anuncio de que el nuevo Papa, León XIV, había tenido una profunda relación con el Perú. Algunos se abrazaron, otros rezaban en silencio, mientras el sonido se extendía por el centro de la ciudad, envolviendo a Huancayo en una atmósfera de fe y esperanza renovada.
“Es emocionante que el papa sea peruano, tengo un nudo en la garganta. Es una bendición para nosotros, tenemos que rezar por él y por nosotros”, dijo una de las fieles asistentes a la misa.