Con piedras talladas los incas construyeron miles de kilómetros de caminos en el Tahuantinsuyo
Con piedras talladas los incas construyeron miles de kilómetros de caminos en el Tahuantinsuyo

Al norte de la provincia Daniel Carrión, en la región Pasco, existe un importante patrimonio arqueológico que seduce a aventureros, estudiosos y turistas. Uno de esos lugares está entre los poblados Huarautambo y Andahuaylas, por donde atraviesa un camino inca, que aún conserva el estilo inconfundible de los incas.

Se trata del camino prehispánico Tambochaca – Andahuaylas, que posee decenas de kilómetros de longitud que va de norte a sur o viceversa. Para los historiadores, es una ruta que lleva hacia Huánuco Pampa (capital del Chinchaysuyo) por el norte, y a Cusco, por el sur.

Es altamente probable que por este trazo hayan pasado gobernantes como Pachacutec, Tupac Yupanqui y Huayna Capac, pues los relatos históricos dan cuenta de sus obras en esta parte de sus dominios.

El domingo pasado 27 de julio, un grupo de periodistas se aventuró por un tramo de 4,5 km de dicho camino real, cuya partida fue desde la catarata de tres niveles llamada Patacancha hasta el tambo real que está río abajo en el centro poblado de Huarautambo, donde está el puente inca de piedra único en su género, ese que tiene múltiples ventanas para dejar pasar el agua del río Blanco.

MAESTROS DE LA “INGENIERÍA CIVIL”

Este breve segmento del Qhapaq Ñan delata la ingeniería precolonial, consistente en graderías de piedra alineadas, plataformas, márgenes empedrados y pontones que se resisten a desaparecer a pesar de las centurias que han transcurrido.

Quienes pasaron por aquí, llámese el inca con su séquito, ejércitos o chasquis, fueron testigos de lo que ofrece la naturaleza: colosos rocosos de cientos de alto, un río que alienta la vida en sus riberas, caídas de agua cuyos sonidos son un regalo para los oídos, vegetación variada y una atmósfera aromatizada con hierbas altoandinas.

No solo eso, es posible que los abrigos rocosos de los acantilados de ambos lados, hayan servido de refugio a los antepasados.

BUSCAN TESOROS

Lo que llama la atención es que muchos inescrupulosos, de esos que no respetan en absoluto el legado histórico, destruyen las estructuras y en algunos puntos escarban hasta 1,5 metros de profundidad con fines puramente ambiciosos.

En efecto, en este trecho los periodistas encontraron a un lado de la vía hasta tres excavaciones que hacen ver que por aquí pasan profanos, sacrílegos y buscatesoros, colmados de codicia.

No es para menos, muchos relatos de pueblo mencionan señalan que por esta zona, los indios escondieron sus tesoros de las ansias españolas.

HUARAUTAMBO

Los caminos reales tenían centros de descanso conocidos como tambos. En este caso, bajo órdenes de Pachacutec, se levantó en la parte baja del camino, un inkawasi o casa del inca, donde llegaba cada vez que estaba de campaña.

Esta habitación, de unos 25 metros cuadrados y más de 2 metros de alto, es una de las construcciones más prolijas que existen con este estilo en la región central.

Forma parte de un complejo donde hay una fuente donde hacían rituales para el agua. También destaca un espacio para las mujeres.

Lamentablemente parte de esta construcciones fueron destruidas por una hacendada hace años.