Un mar humano de devotos salieron ayer a las calles de Huancayo, para recorrer el sendero de Pascualito Wanka, que derramó sus bendiciones en el Domingo de Resurrección.

El cese de la violencia, fue el pedido principal pero además los fieles imploran por la salud de los enfermos, para que las personas sean más empáticas y también para que haya más trabajo que permita afrontar la difícil situación económica que agobia al pueblo peruano.

“Le imploro a Pascualito que cese la ola de violencia que vivimos. Ya no hay seguridad de andar en las calles, en cada esquina te roban un celular y hasta el poco dinero que tienes, pero el Gobierno no hace nada, no hay un plan para combatir esta situación”, reclamó Elvira Dorregaray.

Los fieles católicos participaron de la misa a las 4 de la madrugada, que fue celebrada por el arzobispo de Huancayo, monseñor Luis Alberto Huamán Camay. La Catedral estaba repleta y, afuera, la Plaza de la Constitución estaba abarrotada de los devotos, que esperaban su salida.

Celebración y regocijo

Apenas se avistó la imagen de Pascualito Wanka, se encendieron los fuegos artificiales y los presentes aplaudían y elevaban su plegarias. Mientras que, una imponente anda de 12 metros de alto y 5 metros de largo, avanzaba hacia el jirón Puno para iniciar el recorrido tradicional. “Siempre miré a Pascualito Wanka, tan alto y no lo podía tocar. Gracias al señor de la Resurrección vencí la muerte y hoy estoy como un devota más”, dijo la presidenta de la hermandad de Pascualito Wanka, Gladys Poma.

A sus 78 años, José Jaime Sobrevilla dirigía el anda junto a otros devotos, y mencionó que desde que tiene uso de razón sus padres le inculcaron la devoción por Pascualito wanka, devoción que continúa por generaciones.

En la calle Real a la altura del jirón Cajamarca, desde un balcón, una familia arrojaba pétalos de flores.

En cada parada, se realizaban los intercambios de las coronas de sumaychuncho, que son las flores silvestres que crecen en el nevado Huaytapallana.

Cuando llegó al parque Huamanmarca, el alcalde de la Municipalidad Provincial de Huancayo, Dennys Cuba Rivera le rindió los honores y le entregó el chaleco bordado en hilos plateados y con el escudo de Huancayo, el mayordomo Betto Tolentino expresó su gratitud. La multitud de fieles rezaron un Padre Nuestro y el Ave María y llevaron de retorno al Pascualito Wanka, para ser guardado en la Catedral hasta el año 2026.

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