La acumulación de residuos sólidos en el distrito de Pilcomayo se ha convertido en una crisis sanitaria que no acaba para sus vecinos, pese al convenio con la municipalidad distrital de El Tambo. Germán Paredes, vecino de la avenida Parra, denunció que esta situación afecta directamente su calidad de vida ya que se ha visto obligado a convivir con un cúmulo de basura frente a su casa.
“Abro mi puerta, tengo que ingresar raudamente porque si me demoro un poco empiezan a entrar las moscas. Toda mi pared está lleno de excremento de moscas”, relató indignado.
En su vivienda conviven personas vulnerables, como su madre de 85 años y un menor de tres años quienes, asegura, ya presentan cuadros de alergias debido a la contaminación.
Según afirma el padre de familia, la municipalidad no ha enviado camiones recolectores en un periodo de tres meses, y como medida paliativa, solo se ha procedido a la quema de desechos.
“Queman una vez a la semana, pero igual el mal olor y el humo ingresa en toda la casa”, indicó. La problemática se replica en distintos puntos del distrito, incluso en avenidas principales.