El hambre y abandono en el que vive un perro pitbull en el sector Calle Lima (La Oroya), hizo que este prácticamente devore a su hermano, dejando los restos óseos debajo del lavadero donde habita, que es en la parte posterior de una de las viviendas de la Villa Electroandes, en Huancayo.
El ver el triste cuadro, los vecinos que veían al animal prácticamente esquelético, denunciaron el hecho, llegando al lugar, personal de la policía y de la Asociación de Animales de La Oroya que recriminaron a la dueña, que aceptó que no había hecho comer a sus perros más de una semana por ausentarse de la ciudad.
Tras lo ocurrido, la vecina se comprometió a atender y alimentar a su perro.
Este pudo convertirse en el primer caso con denuncia penal por flagrante maltrato animal.