La aparente renuncia y posterior negación de la misma del Ministro de Economía y Finanzas, Alex Contreras, resalta la crítica situación económica del Perú. La gestión actual ha llevado al país a su peor desempeño en años, evidenciado por el cierre del 2023 en recesión. El desequilibrio entre el gasto público e ingresos, sumado a la reducción del 7,3% en la inversión privada, exige a una figura que esté a la altura de los desafíos que enfrenta este sector.

Es necesario que el Ministro Contreras dé un paso al costado para permitir la entrada de un profesional competente, capaz de enfrentar el desastre económico que afecta a todos los peruanos y la gobernabilidad de la presidenta Dina Boluarte. La indecisión solo contribuye a la inseguridad de los inversionistas y a la contracción económica.

El ministro anunció cambios de los viceministros del sector, aunque relevante, se percibe como una medida inútil ante su incapacidad como titular para dirigir el MEF, como bien lo demostró en el 2023. Las indecisiones y la falta de coherencia en el gabinete solo empeoran la situación económica, generando incertidumbre.

La economía peruana requiere un liderazgo técnico y competente. La reconstrucción económica debe basarse en decisiones estratégicas, ajustes responsables en el gasto público y la promoción de la inversión privada. Debemos mantener la estabilidad política y la confianza de los inversionistas como elementos fundamentales para superar la recesión y revertir los indicadores negativos.