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Un manto de sospechas viven los habitantes del centro poblado Santa Rosa de Chiriari, Mazamari, a raíz de la desaparición del niño Misael, de 6 años, ocurrida hace dos semanas.
Nada claro es el caso porque las declaraciones de la madre del menor, Aralí Liz Cotera (41) aumentan las dudas, a pesar de que fue ella la última persona que estuvo con la víctima.
De acuerdo a la versión de la progenitora, a quien conocen como “Techi”, el día que desapareció su pequeño sufrió una caída a un barranco en el paraje Alto Viña del Mar, y nunca lo pudo ubicar a pesar de sus esfuerzos por encontrarlo.
“Hay una casita con ramas que ha hecho el niño, justo cerca al lugar del accidente”, dijo Techi ante las cámaras de Radio La Ruta, como alimentando las esperanzas de que Misael está con vida.
Al respecto la teniente gobernadora del centro poblado, Elsa Laura, quien es parte de las investigaciones, dijo que el padrastro del niño, Mario “Jhony” Galindo Ochoa “sabe lo que pasó”.
Razones le sobran. En la inspección hecha con otras autoridades a la casa de Galindo, encontraron hace unos días uno de los zapatos del infante quemado. Otras pertenencias también fueron incineradas, tal como apreciaron los visitantes.
La autoridad confirmó a la prensa que la nueva pareja de la mamá desapareció abandonando su comida y todos sus bienes, hecho que despiertan suspicacias.
Un vecino del lugar dijo a los periodistas que “Jhony” se fue a Huancayo porque había encontrado un trabajo, y tenía que estar cuanto antes.
El padre del menor, Agustín, señaló ante cámaras que Jhony es prepotente y que, incluso, lo quería ver muerto.