Los pobladores de Marabamba acusan a la directora de la institución educativa Pillko Mozo, Rosa Espinoza Carlos, de intentar talar más de una decena de árboles para cercar un terreno de 5000 metros cuadrados donado irregularmente a la escuela.

El terreno fue donado por el vecino Pedro Tiburcio Santiago, quien, según los vecinos, desconoce la donación debido a su avanzada edad y problemas de salud. Algunos familiares también desconocen este hecho.

La directora ha iniciado trabajos de cercado, obstruyendo calles y reduciendo la vía principal a menos de los 12 metros reglamentarios, impidiendo el libre tránsito de vecinos y el paso del transporte público.

Paralelamente, planea retirar árboles de la zona sin la autorización correspondiente, exponiéndose a un delito ambiental (artículo 310 del Código Penal, con pena de 4 a 6 años de prisión) y a la violación de la libertad de tránsito.

La directora justifica sus acciones argumentando la construcción de un polideportivo, sin embargo, carece de perfil de proyecto, expediente técnico y presupuesto. Además, la infraestructura de la institución educativa se encuentra en otra área de Marabamba, lo que genera dudas sobre la necesidad de la obra en el terreno en mención.