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Luego de varias horas de audiencia, el juez Adler Justiniano Guerra del Juzgado de Investigación Preparatoria de Leoncio Prado declaró fundado el pedido de prisión preventiva contra cuatro de los cinco policías investigados por el delito de secuestro en agravio de un transportista.

Al final de la diligencia, el magistrado dispuso el internamiento al Establecimiento Penitenciario de Huánuco del jefe de la comisaría de Cachicoto,capitán PNP Jorge Vilcapoma Hilario, los suboficiales Edwin Artica Camarena, Dany Castillo López y Tomás Uncihuay Hilario.

HECHOS. Según la acusación de la Fiscalía Provincial Mixta de Monzón, el 8 de febrero a las 9:30 de la mañana Cristian Saúl Culquicondor Daza conductor de un vehículo Probor Toyota blanco, fue intervenido por policías de la comisaría de Cachicoto por llevar ilegalmente 26 bidones de combustible.

El chofer que estaría inmerso en el delito de traslado de insumos químicos fiscalizados fue trasladado a la dependencia policial, donde permaneció retenido varias horas y luego de entregar 4 mil dólares que tenía producto de un encargo, Culquicondor Daza, fue liberado y su ilegal mercadería quedó 'decomisada'.

Decepcionado por la actuación de los agentes y corriendo el riesgo de ser investigado por la Fiscalía Antidrogas, el agraviado acudió a la fiscalía de Monzón y tras presentar su denuncia verbal, el fiscal Antonio Berrocal Ortega, dispuso a su adjunto realizar un seguimiento a los policías que sacaron el combustible a bordo del patrullero para trasladar a Tingo María.

En las imágenes que el fiscal mostró como elemento de convicción en la audiencia de prisión preventiva, aparecen los efectivos descargando los bidones de combustible en el grifo Guianella, ubicado en el poblado de Bella, hasta donde habrían llegado para vender la gasolina. 

Al percatarse que eran grabados, los investigados optaron por subir nuevamente los bidones para luego trasladar a la sede de la Dirandro, donde intentaron poner a disposición con un acta de incautación que no tenía firma del agraviado, tampoco del comisario argumentando que encontraron abandonado en una zona desolada.

Con las evidencias de la presunta comisión del delito de secuestro, fueron detenidos los policías entre ellos Javier Torres Espinal, quienes fueron trasladados al complejo policial de Tingo María para el esclarecimiento de los hechos. Al final, el único agente que salvó de ir a prisión Torres Espinal, quien en la diligencia de reconocimiento en rueda de testigos no fue identificado.