Un taxista fue sentenciado a diez meses y nueve días de pena privativa de la libertad, la misma que se convirtió en cuarenta y cuatro jornadas de prestación de servicios comunitarios, tras ser haber incurrido en el delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de violencia contra la mujer e integrantes del grupo familiar.
El sentenciado identificado como Diego Urquía (31), agredió físicamente contra su conviviente como represalia porque ella le advirtió que era la última vez que le prestaría dinero para que arregle su trimóvil. En este caso, la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Leoncio Prado hizo que el juzgado emita sentencia condenatoria.
Los hechos ocurrieron el 6 de febrero, según los medios probatorios sustentados por la fiscal adjunta provincial, Isabel Melgar Ruiz, el sentenciado Diego Urquía jaló de los cabellos a la mujer que al promediar a la 1:30 de la madrugada cuando se encontraba descansando en el interior de su cuarto, en la vivienda ubicada en la Av. Unión, distrito de Castillo Grande.
LESIÓN AL DEDO Y HEMATOMAS
Luego en un forcejeo, por impedir que salga de la habitación, Diego Urquía cerró la puerta del cuarto con violencia e hizo que uno de los dedos de la mano de la mujer quede atrapado, ocasionándole una fuerte lesión, además de sangrado y hematomas. En este caso, la sentencia se dio luego de un proceso inmediato, en el cual el acusado reconoció su accionar.
