Chincha: agricultor es herido de bala al intentar escapar de la delincuencia en Alto Larán

Con herida de bala en el muslo derecho terminó un hombre que trató de escapar de los integrantes de una banda delictiva. La víctima Junior Lévano había acudido en su motocicleta a su terreno agrícola, ubicado en el centro poblado Hijaya del distrito de Alto Larán, es en este lugar donde aparecen los bandidos quienes, para apoderarse del vehículo menor, disparan dejándolo malherido. En este mismo lugar se produjo otro asalto y robo a mano armada.

Asalto

El agricultor salió de su vivienda con dirección a la parcela en la que cultiva maíz. Él, muchas veces realizó este viaje como parte de su faena en el campo, sin imaginar que la delincuencia tenía planeado atacarlo. Lévano, estaba por llegar a su destino, cuando divisa a un automóvil de color negro, extrañamente, estacionado en el frontis de su sembrío. Fue entonces que decide avanzar para ver lo que pasaba.

Y al encontrarse cada vez más cerca, observa a dos sujetos bajando raudos de dicho vehículo, y con arma de fuego en su poder. El hombre ya no podía continuar la marcha y en su intento de librarse del hampa trata de volver por el sendero de trocha. Sin embargo, recibe un balazo que impacta en el muslo. Malherido y con pocas opciones de escapar quedó el agricultor a quien le robaron su moto de placa de rodaje 1984-8Y.

Uno de los facinerosos abordó el motorizado y los demás integrantes de la banda permanecieron en el auto y emprendieron la fuga con dirección desconocida. Lévano tuvo que acudir a un centro médico para recibir atención por la herida de bala que recibió a manos de la delincuencia. Este hombre se recupera, pero su herramienta que utilizaba para desplazarse todavía no aparece.

Pero, él no es el único en ser atacado por el hampa en Hijaya. Joel Prado estaba en su auto y fue interceptado por dos mototaxis. De estos vehículos bajaron los hampones, amenazando con dispararle. La víctima fue despojada de su dinero, especies personales y además de un equipo de fotografía. Los pillos, tras consumar el latrocinio, regresan a los motorizados y escapan con dirección desconocida, sumando una segunda víctima en este poblado lareño.

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