Macabro hallazgo. El cuerpo de una joven estudiante de ingeniería fue encontrado calcinado en el asentamiento humano Satélite Primaveral del distrito de Pueblo Nuevo. Los vecinos del lugar ingresaron al inmueble ubicado en la Mz. W para sofocar el incendio que se había originado y cuando todo queda controlado descubren el cadáver de Tamar Chilquillo González de 29 años, quien había sido asesinada y luego calcinada.
Delito de feminicidio
Ayer, al promediar las 2 de la madrugada, una vecina que cuidaba sus materiales de construcción se percata del siniestro. Ella corre a despertar a toda la comunidad y con agua, arena y tierra enfrentaron las llamas, para evitar que se extienda, ya que todas las viviendas son de material rústico. El esfuerzo de los moradores permitió rescatar sanos y salvos a la cuñada de Tamar y a su sobrina de 3 años.
Las familias de Satélite Primaveral comenzaban a recuperar la calma tras este evento, pero al buscar a la joven, no la ubican por ningún lado y tampoco su motocicleta. En un primer momento pensaron que ella estaba fuera de casa y no le tocó ver la emergencia. Sin embargo, al ingresar a su cuarto, sobre la cama encuentran su cuerpo en posesión decúbito dorsal, con quemaduras por todos lados.
Mientras se esperaba la llegada de los peritos -según los vecinos- alguien había manipulando el celular de la estudiante, para salirse de los grupos de redes sociales. Los pobladores presumen que el fuego fue provocado y que se habría usado un acelerante para calcinar a la joven. El sospechoso es su pareja Alessander Cabrera, detenido por la policía en la jurisdicción de Tambo de Mora. Los moradores revelan antecedentes de violencia en esta relación.
Los efectivos de criminalística ingresaron a la vivienda para realizar los exámenes, que permitan determinar que originó el fuego en la habitación de Tamar. Luego con presencia del fiscal de turno y médico legista se dispuso el levantamiento del cadáver para la necropsia.
Según la PNP, el sujeto habría confesado que primero la mató y luego la quemó. Los padres de la estudiante, procedente de Castrovirreyna (Huancavelica), llegaron a Chincha para exigir justicia.
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