Una operación dirigida por el permitió la desarticulación de un clan familiar presuntamente dedicado a la macro y micro en el distrito de La Tinguiña.

Red familiar

El hecho ocurrió el miércoles 8 de mayo, cerca de las 6:00 p.m., en una vivienda ubicada en la urbanización San Idelfonso, quinta etapa, manzana L1, lote 2. En la intervención se detuvo a dos personas identificadas como Daniel Benjamín Melgar de la Cruz (25) y Yerami Lizbeth Merma Condori (21).

Durante el registro domiciliario —realizado en el marco de flagrancia delictiva—, la Policía halló aproximadamente nueve kilos de marihuana en tallos secos, tres envoltorios de clorhidrato de cocaína, dos municiones, tres celulares, una mototaxi de placa 4879-6Y, dinero en efectivo y otros elementos que serían clave para las investigaciones. Todo el material fue incautado y trasladado como evidencia para el Ministerio Público.

Según los reportes, el inmueble era utilizado como centro de acopio, distribución y posiblemente venta de drogas, por lo que se presume que la pareja formaba parte de una red más amplia conocida como “Los Terribles de San Idelfonso”.

Durante la intervención, las autoridades constataron que las sustancias ilícitas estaban listas para su comercialización, envueltas cuidadosamente y escondidas entre objetos domésticos. La presencia de municiones y dinero refuerza la hipótesis de que no se trataba de un acto aislado, sino de una actividad sistemática y organizada. Además, se investigará si la mototaxi incautada era utilizada para el transporte de la droga.

Melgar de la Cruz y Merma Condori enfrentan cargos por el presunto delito contra la salud pública en la modalidad de tráfico ilícito de drogas, y por posesión ilegal de municiones, delitos contemplados en el Código Penal Peruano. De ser hallados culpables, podrían recibir penas de entre 8 y 15 años de cárcel solo por el tráfico de estupefacientes, y hasta 5 años adicionales por posesión de municiones sin autorización. Si se comprueba que pertenecen a una organización criminal, la condena podría agravarse aún más.

El Ministerio Público solicitará prisión preventiva para ambos investigados mientras se amplían las diligencias en torno al caso. Además, se analiza el contenido de los celulares incautados, que podrían revelar contactos, rutas de distribución y otros integrantes de la red. La fiscalía no descarta que se trate de una estructura familiar dedicada por completo a esta actividad ilícita.

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