por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), que advertía sobre el incremento de vientos de moderada a extrema intensidad entre el domingo 17 y el martes 19 de agosto, las condiciones atmosféricas se han mantenido dentro de los parámetros normales. Así lo confirmaron el equipo de físicos del CIEASEST de la Facultad de Ciencias.

Condiciones normales

La alerta original —que alcanzaba nivel rojo, el más alto en la escala de riesgo— preveía ráfagas de viento de hasta 44 kilómetros por hora, acompañadas de levantamiento de polvo y arena, así como reducción de visibilidad, niebla y neblina matinales en diversas provincias de la región, entre ellas Chincha, Pisco, Ica, Nasca y Palpa.

Sin embargo, el panorama fue otro. Según el Reporte de Condiciones Atmosféricas – Ica y Santiago, al momento del informe las condiciones en la región permanecen estables. La calidad del aire (PM₂.₅) se mantiene moderada en Ica y buena en Santiago, sin representar riesgo significativo para la salud. En tanto, el campo eléctrico atmosférico (PG) se encuentra dentro de los valores normales, sin evidencias de perturbaciones locales.

Las imágenes satelitales y las cámaras de monitoreo tampoco han detectado anomalías relevantes ni la presencia de tormentas de polvo, a diferencia de lo ocurrido el pasado 31 de julio, cuando un fenómeno similar sorprendió a la población de Ica con fuertes vientos.

Senamhi explica

El director zonal 5 del Senamhi Ica, ingeniero Ricardo Rosas, explicó que, si bien existía un pronóstico de condiciones adversas, las variables atmosféricas no llegaron a alinearse como para generar un evento severo.

“Para que se den estas condiciones (tormentas de arena), uno de los factores clave es la temperatura. Y como es sabido, la temperatura máxima se da desde la 1 de la tarde, lo cual funciona como un combustible para los vientos. Pero en este caso, no hubo alteración significativa de temperatura”, indicó.

El especialista recordó además que agosto y septiembre conforman el llamado mes de los vientos “paracas”. “Ya estamos acostumbrados a la presencia de estos vientos, pero el hecho de que existan no significa necesariamente que se produzca una tormenta de arena o un evento extremo”, precisó.

Rosas también se refirió a una condición atmosférica adicional que ha influido en la evolución del clima actual: la presencia de una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) a 6 mil metros sobre el nivel del mar. Este fenómeno, explicó, ha favorecido lluvias y precipitaciones fuertes en la sierra central —en regiones como Junín y Pasco— pero no ha tenido impacto directo sobre la costa.

“No olvidemos que también se está presentando una DANA, y esa no está afectando la costa, sino la sierra. En Junín, Pasco, están habiendo precipitaciones fuertes, y eso ha debilitado a la zona de la costa. Eso nos ha ayudado a que este pronóstico se haya debilitado, y no haya originado lo que días anteriores habíamos proyectado”, agregó.

Respecto a las condiciones actuales, Rosas aseguró: “Ahorita está totalmente descartado el incremento de vientos que se había pronosticado en más de 40 kilómetros por hora. Pero le pido a la gente que no olvide estos eventos. Hoy día el clima está cambiante, pero sí es predecible; lo que nos falta son las herramientas”.

En ese sentido, el especialista criticó la limitada red de estaciones meteorológicas con las que cuenta la región, lo que afecta la precisión del monitoreo y la capacidad de respuesta ante eventos climáticos extremos.

Por último, hizo un llamado a las autoridades regionales y locales para invertir en infraestructura de monitoreo y prevención. “En la cuenca del Río Grande tenemos apenas dos estaciones convencionales, cuando deberíamos tener al menos 25 estaciones automáticas”, finalizó.

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