Ayer, en la tradicional bajada del los fieles tras ingresar al templo sagrado y venerar al cristo crucificado, también compartieron sus historias de fe, muchos de ellos viajaron por horas hasta la ciudad iqueña para venerar la

Dan las gracias

Es el caso de Marina Medina, de 58 años, quien, desde hace más de 15 años, viaja desde Ayacucho hasta Ica para visitar al Señor de Luren. Ella contó que en esta ocasión su viaje fue de 9 horas y tuvo que aguardar 4 horas en la fila para ingresar a la iglesia. Las 13 horas de espera fueron reconfortantes cuando vio al cristo moreno que la fortaleció.

“Me siento muy fortalecida, nueva y con todas las ganas de salir adelante, el señor me ha hecho muchos milagros, por eso vengo todos los años a visitarlo y pedir por la salud de mi familia, he bendecido 4 estampitas y algodón que repartiré”, declaró.

Otro viaje por encima de 4 horas hizo Lucia Ortiz de 82 años, quien llegó desde Nasca junto a su esposo Ambrosio Ramírez (86), ellos salían del santuario muy emocionados y con lágrimas en los ojos. “hace 70 años vengo a visitar al señor, a darles las gracias y recibir su bendición. Le agradecemos por tenernos vivos y ese es el milagro que nosotros recibimos”, dijo. Desde la ciudad nasqueña también viajó Felicita de Canales de 75 años, quien rindió las gracias y bendijo su algodón y su estampa con la imagen del santo iqueño.

El sentimiento de felicidad también fue expuesto por María García de 61 años, quien llegó desde Palpa, ella cargaba una réplica de menor tamaño del Señor de Luren “Me siento alegre y bendecida de ver al señor tan cerca, he venido a rogar y suplicarle que mi hija que ya dará a luz me la saque con bien a ella ya mi nieta, También le pido que me siga dando más vida, además como soy diabética no mutilarme ninguna parte de mi cuerpo”, agregó.

Desde Tacna, llegó Narcisa Cahuana de 84 años junto a su hija, ella vestía el hábito morado y explicó que hace 20 años visita al cristo moreno, a quien también le pidió por buena salud. El mismo pedido hizo María Valverde (73), quien desde de hace tres décadas viene desde Lima a venerar al Señor de Luren.

Desde la capital limeña también llegó, Yolanda Aranguren de 85 años, quien, en compañía de su familia, pedían por la paz mundial, ante los graves conflictos que suceden en Ucrania e Israel. Mientras que Nila viuda de Calderón (75), viajó desde el Callao junto a su hija, ellas de manera particular trajeron su propio algodón en una bolsa para que sea bendecido y poder repartirlo a sus seres queridos “Con mi esposo veníamos, pero el ya partió, ver al señor nos da mucha paz, hemos bendecido nuestro algodón para llevar a la familia y una integrante que esta delicada de salud. Pedimos también por las familias que en pandemia se han quedado sin padre, madre, sin hijo”, comentó.

El fervor religioso, del mismo modo, fue demostrado por Ángela Zanabria de 65 años, quien llegó desde San Juan Bautista (Ica) pidiendo salud. María Ramos de 67 años, se desplazó desde Pachacútec, ella usaba una muleta y pedía a la venerada imagen que la sané. Mientras que Nelida Pareja de 76 años, detalló que desde que vive en Ica desde el año 1990 visita al cristo moreno, esta vez le pide por la salud de su hermano Luis Corilla que atraviesa complicaciones en su salud y se encuentra en Huancayo.

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