Un empresario iqueño denunció que, sujetos desconocidos lo y con atentar contra la vida de él y la de su familia, si es que no les entrega la exorbitante suma de 50 mil soles en efectivo.

Grave denuncia

A través de redes sociales se viralizó la denuncia del empresario Boris Gutiérrez Huamani (44), quien es propietario de la empresa Inversiones Borsur SAC, dedicada a la venta de conservas de pescado “La Iqueñita”, en la provincia de Ica. Los delincuentes han enviado una serie de amenazas a través de mensajes de texto.

Los hampones exigen la suma de 50.000 soles, para que la familia pueda vivir tranquila, esto se evidencia en un escrito virtual, que indica de no entregarse el dinero, se atentaría contra la integridad física del empresario y la de sus familiares.

“La solución no es la policía, hagamos las cosas legales, tú me das 50 mil soles y todo bien, no camines lejos, cada país tiene sus leyes, vive si quieres, es tu vida, estás sentenciado a morir, todos tenemos familia, es triste dejarlos, más triste que nos dejen, te llamo a las 7:00 p.m. hora es hora”, se lee en uno de los mensajes móviles enviado a las 8:24 de la mañana. Por la grave situación, el agraviado, presentó su caso, ante las instalaciones de la División de Investigación Criminal y Apoyo a la Justicia de Ica.

Capturan a otros por presunta extorsión

En tanto, el pasado 12 de mayo, la Policía Nacional, informó la captura de dos ciudadanos extranjeros, quienes serían extorsionadores de empresarios iqueños, ya que con mensajes de texto amenazaban con atentar contra la vida de los ciudadanos y sus locales comerciales.

Se trata de Julio Cesar Terán Ayala (48) y de Yuletzy Josefina Villareal (41), ambos de nacionalidad venezolana, quienes fueron detenidos en el distrito de La Tinguiña. Los efectivos evidenciaron que las víctimas depositaban el dinero a una cuenta de Julio Terán, este sujeto indicó que recibía ordenes de Yuletzy, a quien le entregaba el dinero.

Los agentes incautaron el teléfono de la mujer y se determinó que la fémina tomaba fotos a las fachadas de establecimientos comerciales, donde se apreciaban los números de celulares de los propietarios.

Estas imágenes eran enviadas a un interno alías “Edwin”, que se encuentra recluido, desde el año 2007 en el penal de Ancón, en Lima, por ser el autor del delito de robo agravado, además el reo debe cumplir una condena de 20 años de cárcel.

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