cientos de personas en la región Ica recuerdan con devoción a “Chicho”, el niño que para muchos es símbolo de milagros y esperanza. Apodado también como “el niño de los temblores”, su historia ha tocado el corazón de creyentes que lo

Pedidos de fe

Chicho murió trágicamente a corta edad el 15 de agosto de 2007, durante el terremoto que azotó el sur del país. Fue aplastado mientras cursaba el cuarto año de primaria. Nació en Ica el 20 de julio de 1998 y era el menor de cuatro hermanos, todos hoy mayores de edad.

Desde entonces, su figura ha despertado una creciente devoción. Su casa y una pequeña capilla construida en su honor se han convertido en espacios de oración, peregrinaje y pedidos de fe. Decenas de personas llegan a diario con fotografías, velas, cartas y ofrendas, dando testimonio de favores recibidos.

De acuerdo con su madre, muchas personas aseguran que sus oraciones han sido escuchadas a través de Chicho. Entre los testimonios más frecuentes se encuentran niños enfermos que han sanado, personas sin empleo que han encontrado trabajo estable, y comerciantes en crisis que han logrado levantar sus negocios.

Hoy, la capilla de Chicho, ubicada en la calle Ayacucho (Ica), se mantiene como un punto de encuentro para quienes buscan consuelo, milagros o simplemente agradecer. Su memoria, para muchos, sigue viva y su historia continúa creciendo con el paso de los años.

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