Supraprovincial Especializada en Derechos Humanos y Contra el Terrorismo de Ayacucho, a cargo de la Fiscal Provincial Karenn Diana Obregón Ubaldo, junto al Equipo Forense Especializado,de cuatro personas en el paraje de Piedray, distrito de Putis, provincia de Huanta.

Víctimas mortales

La diligencia contó con la participación de la Fiscal Adjunta Provincial Noelia Jackelin Anaya Laime y del Perito Arqueólogo Fredy Yaranga Loayza, quienes enfrentaron condiciones adversas de terreno y clima, así como una caminata de más de seis horas para llegar al punto de exhumación. La labor se desarrolló en coordinación con pobladores del centro poblado de Rodeo.

De acuerdo con las investigaciones, en 1985 un grupo de ciudadanos que se refugiaba en la zona de Piedray fue sorprendido por ronderos de Marccaraccay, quienes apoyaban a los efectivos de la base militar de Putis. En ese contexto fueron asesinados Modesta Vargas Vargas y su hijo menor Cande Quispe Vargas, María Mendoza Quispe, Teobaldo Cavalcanti Quispe, Marcelino Lunasco Condoray, además de Guillermo Quispe Potocino y Eusebio Mendoza de la Cruz, estos dos últimos con el uso de explosivos.

Tras los crímenes, detuvieron a otras siete personas, entre ellas menores de edad y una mujer embarazada, quienes fueron liberados posteriormente. Sus familiares, al retornar, enterraron a las víctimas en el mismo paraje de Piedray.

Durante la reciente recuperación, en el caso de Quispe Potocino solo se hallaron fragmentos óseos de su cráneo, en el mismo lugar que un compueblano lo protegió con piedras a modo de altar, dado que el resto de partes del cuerpo lo habrían devorado animales de la zona. En el caso del menor Cande Quispe Vargas, únicamente se identificó una pequeña matriz de tierra ovalada al lado del cuerpo de su madre.

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