El viernes Santo una peregrinación singular se produjo al sector oeste de la ciudad de Ica, pero no para presenciar alguna escenificación de la crucifixión o para participar de alguna nueva procesión, sino todo lo contrario: para admirar y disfrutar del Balneario de Huacachina.
Desde temprano, cientos de turistas en sus vehículos particulares llegaron al balneario y en poco tiempo llenaron sus calles, ocupando todos los laterales para estacionarse. Las colas de autos y camionetas llegaron hasta la Urb. Valle Hermoso.
La conglomeración de vehículos era tanta que los descampados fueron tornados como playas de estacionamiento privadas y los turistas tuvieron que emprender una caminada desde allí por al menos dos kilómetros.
En las redes sociales un usuario publicó: “Estamos atrapados en Huacachina, no podemos entrar ni salir por el desorden y caos, no hay ningún plan de contingencia o por lo menos no se nota. En el restaurant que almorcé se atoró una niña, el padre quiso salir corriendo al hospital y no pudo, gracias a Dios pudo sacarle el trozo de comida que la asfixiaba ¿ Y si hay un incendio?, ¿si hay un temblor fuerte?”, advirtió.