San Pedro de Huacarpana sigue esperando ayuda
San Pedro de Huacarpana sigue esperando ayuda

Al llegar la tarde decenas de pobladores del distrito de San Pedro de Huacarpana, miran desde sus refugios, como desde el cielo empieza la temible lluvia que los viene azotando hace más de una semana.

Casas destruidas, otras a punto del colapso, la educación retrasada y los campos agrícolas que sufren con las precipitaciones fluviales que parecen detenerse en la mañana, pero antes de llegar la noche el aguacero empieza a recorrer sus calles.

El alcalde del distrito, Luis Ayllón LLiuya, se ha dirigido a la sede del Gobierno Regional de Ica, para solicitar ante el gobernador regional, Fernando Cillóniz Benavides, apoyo para las personas que han perdido sus casas, y para las que están a punto de perderlas.

También maquinarias que puedan contribuir con trabajos que impidan que los daños sean más cuantiosos en la sierra de Chincha, tanto en el agro como en las viviendas.

La educación en Huacarpana, también se ha visto afectada con esta caída de lluvia, pues los docentes no se han apersonado a sus centros de trabajo, aduciendo bloqueo en las vías, dejando a los alumnos de los colegios del mismo San Pedro, Bellavista y Liscay, sin el dictado de clases.

Para solucionar este problema, el gobernador del distrito Edwin Lázaro Napanga, se reunió con la directora de la Ugel Chincha, Maritza Ángulo Muñante.

Una comitiva de la Ugel viajará con los educadores hasta la zona, para verificar que la carretera está habilitada y se pueda así continuar con la educación en San Pedro de Huacarpana, que está más retrasada que otros años.

Choferes que cubren estas rutas, indican que tras el apoyo de los alcaldes de la zona norte de Castrovirreyna, se pudo limpiar el trayecto para llegar al mismo San Pedro y desde allí poder arribar a Liscay y Bellavista.

Asimismo, la siembra de papa y alfalfa esta perjudicada con las lluvias, y mientras el fenómeno siga en la sierra de Chincha, se acrecentarán los daños, siendo posible que más casas de adobe y caña colapsen, pues el deterioro de sus cimientos esta por ceder, sin que se presenten apoyos a los damnificados, ni a los moradores de la zona alta, que son sorprendidos por este tipo de acontecimientos.