Un nuevo escándalo sacude a la Policía Nacional del Perú en Ica. Dos efectivos policiales fueron detenidos la mañana del pasado viernes, tras ser vinculados al presunto robo de vehículos que habrían sido sustraídos irregularmente desde la propia comisaría de la ciudad.
Presunta corrupción
La denuncia que destapó el caso fue interpuesta por la empresa Renta Equipos Leasing Perú S.A., tras la desaparición de una camioneta Hilux, modelo AXS-760, que fue finalmente hallada sin motor en un taller informal de planchado en la zona conocida como Tierra Prometida.Las investigaciones preliminares realizadas por la División contra la Corrupción (DICOCOR) apuntan a que los vehículos eran sacados de la dependencia policial en circunstancias aún no esclarecidas, pero posiblemente con la complicidad de los mismos propietarios, mediante pagos irregulares.
Los agentes detenidos fueron identificados como los suboficiales Chahuanaris Kari Carlos, de 27 años, y Felices Galindo Juan Carlos, de 30 años, quienes habrían tenido participación directa en el traslado o manejo del vehículo sustraído. En el mismo operativo fue intervenido un trabajador del taller mecánico y un planchador que se encontraban en plena labor al momento de la intervención fiscal y policial.
La investigación está a cargo del fiscal Luis Laura Ortiz, representante de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Ica. Por el momento, los tres implicados permanecen detenidos mientras se continúan las diligencias para determinar el alcance de las responsabilidades y si existieron más vehículos involucrados en este presunto acto delictivo.
Como si no bastara, ha circulado un audio que compromete aún más a uno de los detenidos. En la grabación se escucharía al suboficial Chahuanaris pidiendo a un transportista que espere la devolución de dinero, tras haber recibido 700 soles para liberar una mototaxi, compromiso que no cumplió. Según la denuncia, el policía habría devuelto solo 300 soles por Yape, tras recibir amenazas de denuncia.
Hasta el cierre de esta edición, la Policía Nacional no ha emitido ningún comunicado oficial sobre el caso, aunque se espera que en las próximas horas se pronuncie la Oficina de Asuntos Internos. La comunidad iqueña, por su parte, exige una investigación exhaustiva y sanción ejemplar para los responsables, por tratarse de un grave caso de corrupción dentro de la institución policial.
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