Lo que debió ser un viaje familiar y de recuerdos, se convirtió en una pesadilla para una menor de 13 años, quien, tras ser llevada de paseo, fue violada por su propio familiar, en la misma casa donde se hospedaba en la provincia de Páucar del Sara Sara de la región Ayacucho.
Delito en Ayacucho
La Fiscalía Provincial Penal de Páucar del Sara Sara, con el fiscal adjunto Provincial Elmo Saúl Zambrano Vargas a cargo del caso, logró que se condene a cadena perpetua y al pago de 10 mil soles de reparación civil a Jorge Nathaniel Quispe Navarrete de 32 años, como autor del delito contra la libertad en la modalidad de violación sexual de menor de edad.
El hoy sentenciado, aprovechando el grado de familiaridad que tenía con la víctima, de entonces 13 años de edad, la conoció en el anexo de Aqoquipa, distrito de Sara Sara, a donde la menor viajó para conocer a parte de sus familiares, quedándose por dos semanas, luego de lo cual regresó al poblado de Quilcata y después a la región de Lima.
En ese contexto, en horas de la noche del segundo domingo de mayo del año 2020 (Día de la Madre), mientras los tíos de la agraviada consumían licor y esta compartía momentos familiares, fue abordada por Quispe Navarrete, quien le propuso salir de la casa en la que se encontraban, con el objetivo de obtener cobertura de red móvil, alejándose en medio de la oscuridad, besándola pese a la negativa de la menor.
A partir de ese momento, el agresor sexual insistía a la agraviada para que sea su enamorada, ofreciendo cuidarla y que siempre estarían juntos, logrando la aceptación de esta. Posteriormente, el 13 de mayo del mismo año, Quispe Navarrete le propuso sostener relaciones sexuales, siendo rechazado; sin embargo, aprovechaba para besarla y tocarle sus partes íntimas, a pesar de que la víctima se resistía.
Días después, en pleno contexto de la emergencia sanitaria mundial, el citado varón continuaba insistiendo a la menor para mantener relaciones sexuales, citándola a un cuarto grande donde existían varias camas y uno de sus familiares estaba durmiendo, llevándola a una de las camas, donde la ultrajó sexualmente. Momentos después, la madre de la agraviada encontró un envase de preservativo, mientras que el hermano de esta última halló mensajes amorosos en el equipo celular de la víctima.
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