A veces, los héroes llegan sin sirenas ni uniformes. A veces, simplemente aparecen en la puerta, temblando, con los ojos grandes y buscando refugio. Así comenzó la historia de Edan, un cachorro mestizo que hoy forma parte del equipo humano de la Dirección Desconcentrada de INDECI en Ica.
Símbolo de solidaridad
Una mañana cualquiera, los trabajadores de la institución encontraron una caja frente a la oficina. Dentro, ocho cachorritos recién nacidos buscaban calor y protección. Aunque todos fueron entregados en adopción a familias responsables, uno de ellos se quedó. Su energía, ternura y curiosidad lo hicieron imposible de dejar atrás. Así nació Edan.
El nombre no es casual. Lo bautizaron así en honor a la Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades (EDAN), una de las tareas esenciales que realiza INDECI en situaciones de emergencia. Y como si lo llevara en la sangre, Edan pronto se convirtió en más que una mascota: se transformó en un símbolo de solidaridad, compromiso y trabajo en equipo.
Con apenas siete meses de vida, Edan ya participa activamente en las actividades institucionales. Durante el reciente pasacalle previo al Simulacro Nacional Multipeligro, desfiló con su uniforme institucional, acompañando al personal y atrayendo las miradas —y sonrisas— de grandes y chicos. Aunque al inicio se mostró algo tímido con el ruido y la multitud, no tardó en adaptarse al ritmo del equipo.

Hoy, Edan recorre los pasillos como un guardián silencioso. Su lugar no está en una jaula, sino entre escritorios, almacenes y oficinas, donde recibe alimento, cariño y cuidados de todos. Para el personal de INDECI, ya no es solo el “perrito del local”; es un compañero, un miembro más del equipo y, para muchos, una inspiración.
La historia de Edan también es un recordatorio: en cada emergencia, también hay vidas de cuatro patas que merecen protección. En INDECI, lo entienden así. Y por eso, este pequeño cachorro ha encontrado no solo un techo, sino también un propósito.

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