En la humilde vivienda de esteras y plástico donde Lourdes Quispe Corpus intenta salir adelante, la desesperación es su única compañía. Su pequeño hijo Zyan, de apenas nueve meses, enfrenta un cuadro médico alarmante: síndrome de Down, bronquitis aguda, insuficiencia cardíaca, cardiopatía congénita y microlitiasis vesicular múltiple, que amenaza con desencadenar una infección generalizada.
Solidaridad vital
Sin embargo, la enfermedad no es su única batalla. La falta de recursos la mantiene atrapada en un callejón sin salida, sin la posibilidad de viajar a Lima para que su bebé reciba la atención especializada que necesita.
Zyan ha sido evaluado en el Instituto Nacional de Salud del Niño, donde los médicos le proporcionan medicamentos y seguimiento. Pero su frágil estado requiere algo más: nutrición adecuada para aumentar de peso y ser operado con urgencia. Cada lata de fórmula cuesta 85 soles, un precio inalcanzable para Lourdes, quien sobrevive con la escasa ayuda que recibe del padre de sus hijos, con quien se separó hace poco tiempo.
La situación de Lourdes y sus hijos se agrava aún más por el lugar en el que viven: un terreno en la Asociación de Vivienda El Pino, en Nasca, donde las lluvias recientes han convertido su precaria casa en un lodazal. Sin luz, sin agua potable y sin un ingreso estable, la mujer se enfrenta cada día al dilema de elegir entre alimentar a su hijo o reunir dinero para su traslado a la capital. Su única esperanza ha sido la solidaridad de sus vecinos, quienes le han brindado apoyo con lo poco que tienen.
Lourdes no puede trabajar porque el estado de salud de Zyan exige su atención constante. Sus otros dos hijos también dependen de ella, y en su soledad, la angustia se multiplica. “Quiero que mi hijo tenga la oportunidad de vivir, pero no tengo cómo ayudarlo”, dice entre lágrimas, consciente de que cada día que pasa es un riesgo más para la vida de su bebé. A pesar de su dolor, no se rinde. Ha tocado puertas, ha pedido ayuda y ha expuesto su caso, esperando que alguien escuche su clamor.
Si desea colaborar con esta familia, puede comunicarse al 938915276. La vida de un pequeño ángel depende de la solidaridad de quienes puedan tenderle una mano en este momento crítico.
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