Una menor de 14 años vivió momentos de terror la noche del lunes 22 de abril, luego de ser víctima de presuntos tocamientos indebidos y robo en la urbanización La Estancia de Santa María, tercera etapa, en Ica. Según la información preliminar, la adolescente habría abordado una mototaxi en el centro de la ciudad sin imaginar que los ocupantes desviarían su ruta hacia una zona oscura, donde fue atacada.
Peligro constante
El hecho se produjo alrededor de las 9:00 p.m. y fue rápidamente reportado por los residentes del sector, quienes dieron aviso al serenazgo y a la Policía Nacional del Perú. La víctima relató entre lágrimas que le habían robado su celular y que tras la agresión sexual logró escapar, caminando varios metros en busca de ayuda. El video de su hallazgo fue difundido en redes sociales, generando indignación y llamados a la acción por parte de la población.
Este hecho no es aislado. Vecinos de La Estancia han manifestado su preocupación por el aumento de la delincuencia en la zona, afirmando que la presencia de sujetos sospechosos es constante. Algunos residentes han denunciado la existencia de un fumadero en las inmediaciones del río Ica, donde se reunirían personas de mal vivir, peruanos y extranjeros, que luego merodean la zona en busca de víctimas.
Días atrás, otro hecho violento sacudió el mismo sector. Un joven fue asaltado por dos delincuentes armados que descendieron de una mototaxi. Tras robarle dos celulares valorizados en más de S/.5,000, intentó recuperarlos, pero fue atacado con un cuchillo por uno de los sujetos. El joven terminó herido en la pierna y fue trasladado al Hospital Regional de Ica por un amigo. El caso continúa sin resolverse.
Los vecinos reclaman la falta de patrullaje constante y se sienten abandonados por las autoridades. A pesar de pagar sus arbitrios, señalan que ni la Municipalidad Provincial de Ica ni la policía refuerzan la seguridad en zonas donde los robos, agresiones y actos delictivos se han vuelto frecuentes. La sensación de inseguridad ha llegado a tal punto que algunos moradores organizan rondas vecinales informales para protegerse.
Piden que se refuercen los operativos policiales y se implementen cámaras de vigilancia en puntos estratégicos. “Hoy fue una menor, mañana podría ser nuestra hija o nuestro hijo”, lamentó una madre de familia del sector.
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